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Poco a poco, los colombianos están dejando atrás los vehículos de combustión y optando por los eléctricos, en busca de alternativas más sostenibles y amigables con el medio ambiente para desplazarse por las ciudades. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas consideraciones antes de adquirir uno de estos automotores.
Entre los aspectos que vale la pena analizar está la relación costo-beneficio. Si bien el consumo eléctrico puede generar un leve aumento en algunas facturas, las exenciones y beneficios tributarios asociados a los vehículos eléctricos contribuyen a aliviar el bolsillo y a que el dinero rinda más a largo plazo.
Carros eléctricos en Colombia: qué gastos tiene frente a los tradicionales
Uno de los gastos que puede reflejar un incremento inicial es el de la factura de energía, ya que, al igual que ocurre con los electrodomésticos del hogar, estos vehículos requieren una recarga constante de electricidad para funcionar de manera óptima.
Según consultó El Colombiano con Empresas Públicas de Medellín (EPM), efectivamente al tener un carro eléctrico sí hay un incremento en la factura, esto teniendo en cuenta además el incremento que ha sufrido el kilovatio en Colombia por las cuestiones climáticas o el aumento del precio de combustibles, esenciales para el funcionamiento de las plantas generadoras de energía.




Ese aumento en la factura de la energía puede ser inclusive de hasta un 50%, así lo expresó Darío Hidalgo, experto en políticas públicas y movilidad sostenible de la Universidad Javeriana, quien a este periódico le confesó que desde que adquirió su vehículo de carga eléctrica la factura de luz de su hogar tuvo ese aumento.
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Tal incremento, traduciendo en valores, sería debido a que, si un hogar estrato 4 consume mensualmente entre 200 y 250 kilovatios, al tener un carro sedan de carga eléctrica que recorre al mes 1.000 kilómetros, puede requerir para su funcionamiento alrededor de 200 kilovatios de energía. Es decir, el consumo de energía en ese hogar puede llegar hasta 450 kilovatios durante 30 días.
Pese al notorio aumento que puede representar un vehículo de carga eléctrica en la factura de energía residencial, los carros que no funcionan con combustión le dan al colombiano rentabilidad a la hora de pagar otras obligaciones e incluso a la hora de reemplazar algunos costos dentro del bolsillo.
Una de las primeras comparaciones que se deben de hacer es respecto al costo de la electricidad con el de la gasolina, pues si bien el valor del kilovatio ha aumentado en los últimos años, sigue siendo bajo asemejando al del combustible.
Evaluando nuevamente un carro tipo sedan que recorres 1.000 kilómetros al mes, su gasto en combustible puede llegar alrededor de $550.000 con gasolina corriente, mientras que el vehículo eléctrico de acuerdo a la forma cómo sea cargado puede impactar el bolsillo de una persona.
Si un carro eléctrico es cargado de forma interna, es decir, en el hogar, según cifras de EPM, los 200 kilovatios necesarios para rendir en el mes pueden costar $180.274 en una residencia estrato 4. Por otro lado, la carga semirápida EPM puede costar $248.088 y una carga rápida EPM $322.554.
Además de esta comparación numérica, otra forma en que este tipo de autos genera un ahorro y una compensación respecto al valor de factura es en su capacidad de regenerar su energía durante la conducción ya sea por inercia o el frenado, algo que para Andrés Diez, experto en transporte eléctrico de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), rompe el mito sobre la utilidad de los automotores de carga eléctrica en terrenos montañosos como la región antioqueña.
“A la gente le gusta le gusta manejar el vehículo eléctrico, especialmente porque se han dado cuenta que esa barrera que teníamos psicológica de que las montañas eran enemigas de los carros eléctricos se encontró precisamente lo contrario, que antes las montañas o los que vimos en terreno montañoso, es la mejor oportunidad para sacar los mejores beneficios de los vehículos eléctricos, especialmente por el frenado regenerativo”, le contó Diez a este medio agregando que “el frenado regenerativo hace que cuando los vehículos descienden por grandes pendientes, la batería se ve recargada y el sistema de frenos protegidos”.
Con estas características y estas cualidades que le dan mayor autonomía al auto eléctrico respecto al que funciona con gasolina, una persona puede ahorrarse hasta 70% sólo cargando la batería de su vehículo de forma interna.
Dejando de un lado sólo el tema de carga, en cuanto su operación, de acuerdo con Darío Hidalgo, este puede ser de 20% al 30% menor que un carro que funciona con gasolina. Respecto al mantenimiento, EPM afirma que los vehículos eléctricos generan ahorros de hasta 40% debido a que no cuentan con un motor de combustión ni con tantas piezas móviles. Es decir, existe una menor necesidad de reemplazo de partes, ausencia de cambios de aceite o filtros, y menos revisiones periódicas en talleres o concesionarios.
Aún teniendo en cuenta la rentabilidad de este tipo de vehículos, quien quiera hacer el cambio de un carro de combustión a uno de carga eléctrica debe tener en cuenta otras consideraciones aparte de la rentabilidad en su operación y mantenimiento. Por eso, Luis Alfredo Huertas, gerente de uno de los puntos de distribución de la marca Kia, afirmó que para que esta decisión sea correcta las personas deben “fijarse en la autonomía real del modelo, la garantía, la disponibilidad de talleres de la marca, la disponibilidad de repuestos y, muy importante la garantía de batería”.
Otra variable que se debe revisar son los puntos de carga disponibles para este tipo de autos, pues en ciudades como Bogotá y Medellín hay sitios en universidades y entidades públicas donde es posible recargar los carros de forma gratuita, sin embargo, para una persona que se mueve por carretera es difícil contactar puntos de recarga. Para Andrés Diez, si una persona ya tiene resuelta la carga del día a día, ya es un paso fundamental para realizar el cambio de un carro de combustión a uno eléctrico. El otro aspecto, es que este se adecué a los usos.
“Si es una persona que hace viajes largos frecuentemente, que de pronto busque un híbrido conectable, que es un vehículo eléctrico que tiene un respaldo y un motor de combustión para viajes largos. No es un híbrido simple donde toda la energía proviene del combustible, sino que tiene la posibilidad de que la batería, que de hecho es más grande que la de los híbridos convencionales, se pueda recargar en la casa para que uno pueda hacer viajes completamente eléctricos y solamente necesita el motor de combustión cuando hace viajes lejanos”, explicó el experto.
La compra de vehículos eléctricos ha tenido un crecimiento en el país, pues de acuerdo a datos de Fenalco y la Andi, durante el primer semestre del 2025 se han matriculado 7.294 carros, representando un incremento del 204% respecto al mismo período del año anterior. Continuando con el auge de movilidad sostenible, 25.541 carro híbridos se han matriculado en los primeros seis meses de año en curso, siendo un aumento del 49% referente al primer semestre del 2024.
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