Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.
La campaña ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ intensifica sus acciones para prevenir accidentes relacionados con el uso de pólvora durante las festividades decembrinas. Los datos oficiales de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá reportan que, con corte a las 2:00 p. m. del 15 de diciembre de 2025, se han registrado 48 personas lesionadas por manipulación de fuegos pirotécnicos en la ciudad. Este balance pone de manifiesto la persistencia de los riesgos vinculados a estas prácticas, especialmente en temporadas de celebración.
Entre las víctimas identificadas, 12 son menores de edad, mientras que 36 casos corresponden a adultos mayores de 18 años. El reporte de la entidad destaca que 14 de los heridos sufrieron accidentes mientras consumían bebidas embriagantes, situación que contribuye a la pérdida de control y a una mayor exposición al peligro. Las lesiones más frecuentes ocurrieron en manos, con 29 casos, y en la cara, con 14 afectados. Este panorama muestra la gravedad de las consecuencias físicas derivadas del contacto con pólvora, que puede traducirse en quemaduras, amputaciones e incluso daños irreversibles.
La distribución de los casos señala que las localidades de Suba, Engativá, Bosa, Usme y San Cristóbal concentran la mayor cantidad de personas accidentadas en lo que va de la temporada. Este dato permite comprender mejor la necesidad de fomentar campañas de concientización focalizadas en las zonas con mayor incidencia, así como ofrecer información permanente sobre prevención y primeros auxilios.
Frente a este escenario, la Administración Distrital ha reiterado el llamado a todas las familias bogotanas para evitar el uso de pólvora. El mensaje principal es claro: su manipulación es una de las causas más diversas y graves de lesiones en la población, especialmente entre niños, niñas y adolescentes. La pólvora también genera intoxicaciones y daños en la audición, lo que, sumado a las quemaduras y amputaciones, puede dejar consecuencias físicas y emocionales permanentes.
La Secretaría Distrital de Salud, a través de sus canales informativos, ha difundido recomendaciones para celebrar sin riesgos y proteger a los seres queridos. Una de las piezas de comunicación más recientes recuerda que una sola chispa puede provocar un accidente irreversible. Además, se han compartido recursos para acceder a información actualizada sobre reportes oficiales y acciones de prevención desarrolladas por el Distrito, los cuales pueden consultarse en el portal institucional.
Asimismo, la Alcaldía Mayor de Bogotá insiste en que las consecuencias del uso de pólvora van más allá de los daños físicos inmediatos, ya que el peligro abarca tanto a quien la manipula como a las personas que se encuentran cerca, exponiéndolos a traumas físicos y emocionales. En línea con su política de protección integral, la entidad continúa su labor de sensibilización e información para reducir el número de víctimas durante las temporadas festivas.
¿Cuáles son las recomendaciones clave para tratar una lesión por pólvora en Bogotá?
Recibir orientación inmediata ante una lesión por pólvora resulta fundamental para evitar complicaciones severas. En el contexto de Bogotá, donde las cifras de afectados preocupan a las autoridades de salud, saber cómo actuar en caso de accidente aporta a la disminución de secuelas físicas y a una rehabilitación oportuna. Por este motivo, organismos como la Secretaría Distrital de Salud han elaborado guías prácticas de primeros auxilios y han puesto a disposición líneas de atención para la orientación de la ciudadanía.
La importancia de acceder a información confiable y oficial radica en que cada año persisten los casos de quemaduras, amputaciones y daños auditivos, especialmente en niños y adolescentes. Tener claridad sobre las acciones iniciales puede marcar la diferencia en la evolución del paciente, haciendo de la prevención y la educación una herramienta central en la protección de la salud pública.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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