author
Escrito por:  Óskar Ortiz
Redactor     Nov 24, 2024 - 6:05 pm

Así como hay un significado para las personas que no tienden la cama, la ubicación al acostarse también ofrece algunas respuestas para entender más que el simple sueño de la noche.

¿Por qué hay personas que duermen agarradas a la almohada?

El hábito de dormir aferrado a la almohada, más allá de ser una simple preferencia para descansar, puede revelar aspectos interesantes sobre nuestra personalidad y necesidades emocionales. La psicología ha explorado este comportamiento, con algunas posibles interpretaciones:

  • Búsqueda de seguridad y protección: al abrazar la almohada, muchas personas buscan recrear esa sensación de seguridad y protección que sentíamos en la infancia, cuando éramos acunados por nuestros padres. Es una forma de autoconsuelo que nos ayuda a sentirnos más seguros y tranquilos en momentos de estrés o ansiedad.
  • Necesidad de conexión: el contacto físico, aunque sea con un objeto inanimado como una almohada, puede satisfacer nuestra necesidad innata de conexión social. Al abrazar algo, estamos buscando esa cercanía emocional que a veces puede faltar en nuestras relaciones.
  • Manejo del estrés y la ansiedad: dormir abrazado a la almohada puede ser un mecanismo de afrontamiento para lidiar con el estrés y la ansiedad. Al concentrarnos en la sensación táctil, podemos distraernos de pensamientos negativos y preocupaciones.
  • Hábito adquirido: en algunos casos, dormir abrazado a la almohada simplemente puede ser un hábito adquirido en la infancia o una preferencia personal que no tiene un significado psicológico profundo.

La forma en que las personas duermen también puede ofrecer pistas sobre la personalidad. Por ejemplo:

  • Dormir de lado y abrazando la almohada: se asocia con personas confiadas, cariñosas y empáticas.
  • Dormir boca abajo y abrazando la almohada: puede indicar una persona honesta y abierta, pero también puede ser un signo de ansiedad o estrés.

El significado de dormir abrazado a la almohada puede variar de una persona a otra y depender de diversos factores, como la personalidad, las experiencias vividas y el contexto cultural.

A menos que este hábito interfiera significativamente con tu sueño o calidad de vida, no hay motivo para preocuparse.

¿Qué pasa si se duermen 5 o 6 horas al día?

Dormir entre 5 y 6 horas diarias puede parecer suficiente para algunos, pero en realidad, la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche para funcionar de manera óptima. Hacerlo menos de lo recomendado de forma habitual puede tener consecuencias negativas:

  • Problemas cognitivos: dificultad para concentrarse, problemas de memoria, disminución de la capacidad de aprendizaje y mayor riesgo de cometer errores.
  • Cambios de humor: irritabilidad, ansiedad, depresión y cambios de humor más frecuentes.
  • Problemas físicos: mayor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas, presión arterial alta y problemas del sistema inmunológico.
  • Aumento del riesgo de accidentes: afecta los reflejos y la capacidad de reacción, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidentes, especialmente al conducir.
  • Envejecimiento prematuro: puede acelerar el proceso de envejecimiento celular y acelerar la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento.
Lee También

 

¿Qué significa que las horas de sueño no se recuperan?

Es común creer que si una noche dormimos poco, podemos ‘recuperar’ esas horas durmiendo más el fin de semana. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que esto no es del todo cierto.

 

  • El sueño tiene fases: el sueño se divide en diferentes fases, cada una con funciones específicas para el cuerpo y mente. Al dormir menos, estas fases se ven alteradas, y aunque podamos dormir más tiempo al día siguiente, no necesariamente compensamos todas las fases perdidas.
  • Ritmo circadiano: Nuestro cuerpo tiene un reloj interno que regula los ciclos de sueño y vigilia. Alterar este ritmo de forma constante puede desajustarlo, dificultando conciliar el sueño y mantenerlo de forma regular.
  • Acumulación de la deuda de sueño: La falta de sueño crónica puede generar una “deuda de sueño” que es difícil de saldar por completo. Aunque podamos sentirnos más descansados después de un fin de semana largo, los efectos a largo plazo de la falta de sueño pueden persistir.

 

 

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.

* Pulzo.com se escribe con Z

Lee todas las noticias de vivir bien hoy aquí.