Escrito por:  Redacción Vivir Bien
Jul 17, 2025 - 10:12 am

Dormir es una de las actividades más importantes para el bienestar físico y mental, pero no todas las personas concilian el sueño de la misma forma. Mientras algunos logran dormir apenas apoyan la cabeza en la almohada, otros necesitan recurrir a rituales o elementos que les ayuden a relajarse, como tomar una bebida caliente, utilizar aceites esenciales, escuchar música relajante, o incluso abrazar una almohada o un peluche.

(Vea también: Qué significa dormir con pies por fuera de la cobija, según psicología: más que un hábito)

Este último hábito, que suele asociarse con la infancia, ha llamado la atención de diversos profesionales en psicología que han estudiado por qué muchas personas, incluso en la adolescencia o edad adulta, sienten una profunda necesidad de dormir abrazadas a un peluche. ¿Es un comportamiento inmaduro? ¿Es señal de un problema emocional? La respuesta es más positiva de lo que muchos creen.

¿Qué significa dormir abrazando a un peluche?
¿Qué significa dormir abrazando a un peluche?

¿Qué significa dormir abrazando un peluche?

Abrazar un peluche al dormir no tiene por qué ser motivo de vergüenza. De hecho, para algunas personas representa una fuente de consuelo emocional muy significativa. Los peluches, ya sean osos, perros, personajes animados u otros diseños, suelen tener un valor simbólico. Pueden ser un regalo de un ser querido, un recuerdo de la infancia o de un momento especial, o simplemente un objeto que transmite ternura, compañía y seguridad.

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La psicóloga francesa Gwénaëlle Perisaux, autora del libro ‘Sanando las heridas del apego’: Aprendiendo a construir vínculos pacíficos, explica que los peluches funcionan como objetos transicionales, es decir, elementos que ayudan a crear un puente emocional entre la persona y un entorno seguro. Según Perisaux, “estos objetos proporcionan una sensación de calma, reducen el estrés y ayudan a manejar emociones intensas, como la ansiedad o la soledad”.

Por su parte, el psicólogo español Kike Esnaola coincide en que dormir con un peluche puede traer beneficios psicológicos reales. Según Esnaola, “el peluche de apego permite activar estados emocionales positivos, como el confort o la tranquilidad. Es una estrategia válida para el manejo del estrés y la regulación emocional durante la noche”.

Esto se debe a que el cerebro asocia el contacto físico con sensaciones de protección y bienestar. Al abrazar un peluche, el cuerpo puede experimentar una disminución en los niveles de cortisol (la hormona del estrés), favoreciendo un estado de relajación ideal para conciliar el sueño.

¿Por qué abrazo a mi peluche cuando duermo?

La respuesta es simple: porque tu mente y tu cuerpo encuentran en él un ancla emocional que te permite sentirte seguro, acompañado y tranquilo. No importa si eres adulto; lo esencial es que esta práctica contribuya a tu bienestar sin afectar negativamente otras áreas de tu vida.

De hecho, en un mundo donde la salud mental y emocional es cada vez más valorada, este tipo de hábitos puede ser una herramienta útil para combatir el insomnio, el estrés o la sensación de soledad, especialmente en momentos de dificultad.

Dormir con un peluche no es un signo de debilidad ni de inmadurez. Es una expresión personal de afecto, apego o necesidad emocional completamente válida. Si te ayuda a dormir mejor, a calmar tus pensamientos o simplemente te hace sentir bien, no hay razón para dejarlo. Al contrario, podría ser una de las formas más sencillas y efectivas de cuidar tu salud emocional mientras descansas.

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