Los perros son animales sociales que necesitan compañía y estimulación. Sin embargo, cuando envejecen, pueden volverse más reacios a los cambios y menos tolerantes con otros animales.

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Si quieres introducir una nueva mascota en tu hogar, debes tener en cuenta el estado físico y emocional de tu perro anciano, así como las características de la nueva mascota. Te damos algunos consejos para facilitar el proceso de adaptación y evitar conflictos.

Lo primero que debes hacer es elegir bien la nueva mascota. No todas las especies o razas son compatibles con los perros, y menos con los que tienen problemas de salud o de comportamiento.

Lo ideal es que la nueva mascota sea de un tamaño similar o menor al de tu perro, que tenga un carácter tranquilo y sociable, y que no sea demasiado joven o activa. También es importante que esté vacunada, desparasitada y esterilizada, para evitar enfermedades o celos.

Lo segundo que debes hacer es preparar el espacio para la llegada de la nueva mascota. Es conveniente que cada animal tenga su propio lugar para dormir, comer y jugar, y que no se sientan invadidos por el otro.

Puedes usar barreras o puertas para separar las zonas de cada uno, y así darles tiempo para acostumbrarse a los olores y sonidos del otro. También puedes usar feromonas artificiales o productos naturales para reducir el estrés y favorecer la calma.

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Lo tercero que debes hacer es presentar a los animales de forma gradual y supervisada. No debes forzar el contacto ni dejarlos solos hasta que estés seguro de que se llevan bien.

Lo mejor es que la primera vez sea en un lugar neutral, como un parque o una casa de un amigo, y que ambos estén sujetos con correa o transportín.

Debes dejar que se observen a distancia, sin presionarlos ni acariciarlos demasiado. Si ves señales de agresión o miedo, debes separarlos y volver a intentarlo otro día.

Lo cuarto que debes hacer es reforzar positivamente las interacciones pacíficas y respetuosas entre los animales. Puedes usar premios, elogios o juegos para premiarlos cuando se toleren o se acerquen sin problemas.

También debes evitar los castigos, los gritos o los tirones de correa, ya que pueden aumentar la tensión y el rechazo. Lo ideal es que los animales asocien la presencia del otro con algo bueno y divertido.

Lo quinto que debes hacer es tener paciencia y constancia. El proceso de adaptación puede durar desde unos días hasta varios meses, dependiendo de la personalidad y la historia de cada animal.

No debes desanimarte ni rendirte si no ves resultados inmediatos. Lo importante es que respetes el ritmo y las necesidades de cada uno, y que les brindes mucho amor y atención.

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Con el tiempo, tu perro viejo y tu nueva mascota podrán convivir en armonía y disfrutar de tu compañía.

Puede ser un gran desafío para un perro mayor. Sin embargo, con paciencia, comprensión y una introducción lenta y controlada, es posible que los perros aprendan a convivir juntos en armonía.

Recuerda mantener las rutinas y reforzar el buen comportamiento de ambos perros para garantizar una transición suave y exitosa.