Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Laura Murillo   Sep 1, 2023 - 1:34 pm
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La demencia, una enfermedad que comúnmente asociamos con los seres humanos, también puede afectar a nuestras queridas mascotas de cuatro patas. Al igual que nosotros, los perros y los gatos pueden experimentar una pérdida gradual de memoria y un deterioro cognitivo a medida que envejecen.

Este trastorno, conocido como síndrome de disfunción cognitiva (SDC) en perros y gatos, plantea desafíos emocionales y de cuidado para los propietarios.

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La demencia senil en nuestras mascotas se caracteriza por una disminución progresiva de las capacidades mentales, especialmente en la memoria, la atención y el aprendizaje. Los perros y gatos afectados pueden mostrar signos de confusión, desorientación, olvido de comandos previamente aprendidos y cambios en el comportamiento, entre otros.

Es fundamental estar atentos a los posibles signos de demencia senil en nuestras mascotas, ya que la detección temprana es crucial para brindar el apoyo y los cuidados adecuados. Algunos de los signos a los que debemos prestar atención incluyen:

Desorientación: los perros y gatos con demencia pueden empezar a tener problemas para moverse por la casa o pueden deambular como si estuvieran perdidos. Así como hay perros que tienen problemas de movilidad o cadera por otras enfermedades. Con la desorientación también pueden quedarse atascados detrás de los muebles o mirar sin propósito el suelo, las paredes o el espacio. Incluso pueden dejar de reconocer a los miembros de la familia.

Cambios en los ciclos de sueño: la demencia puede hacer que las mascotas confundan el día y la noche. Pueden despertarse durante la noche y pasearse por la casa, ladrar o gemir. Esto puede llevar a un exceso de sueño durante el día.

Problemas de higiene: algunas mascotas olvidan su entrenamiento de higiene y comienzan a hacer sus necesidades dentro de la casa. Pueden olvidar alertar cuando necesitan salir o incluso olvidarse de hacer sus necesidades mientras están fuera y ensuciar la casa al regresar.

Cambios en el comportamiento social: las interacciones con los propietarios y otras personas pueden cambiar. La mascota puede volverse más apegada, temerosa o necesitada. O puede volverse antisocial, evitando las interacciones y prefiriendo pasar tiempo a solas.

Cambios en la actividad física: las mascotas con demencia pueden perder el interés en sus juguetes favoritos, en otros animales y en las personas. También pueden pasearse sin rumbo y tener dificultad para calmarse.

Para comprender mejor cómo prevenir y tratar la demencia en mascotas, es importante conocer los factores de riesgo asociados. Según los estudios, la edad y los niveles de actividad son clave. A medida que los perros y gatos envejecen, el riesgo de desarrollar problemas cognitivos aumenta. Según Dog Aging Project, los perros mayores de 10 años tienen un 52% más de probabilidades de desarrollar SCD cada año.

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Sin embargo, hay medidas que los propietarios pueden tomar para aliviar, ralentizar o incluso prevenir el deterioro cognitivo en sus mascotas. Estimular el cerebro de la mascota es esencial. Al igual que en los humanos, la actividad mental y el ejercicio son importantes para su bienestar mental. Se pueden utilizar platos interactivos de comida para estimular su cerebro y mantenerlo ocupado.

Además, los suplementos nutricionales y los alimentos especiales para perros y gatos que envejecen han demostrado mejorar los signos y ralentizar el deterioro cognitivo. Es importante consultar con un veterinario para obtener recomendaciones específicas sobre suplementos y alimentos adecuados para la mascota.

Si se observan signos de demencia en una mascota, es importante llevarla al veterinario lo antes posible. La intervención temprana puede prolongar y mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas. El veterinario realizará un examen para descartar otras posibles causas de los síntomas, como problemas de salud o enfermedades.

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Si se diagnostica demencia en una etapa temprana, el veterinario puede sugerir un tratamiento multimodal. Este tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como aumentar los paseos al aire libre, utilizar juguetes interactivos y mejorar el descanso nocturno. Además, se pueden recetar medicamentos aprobados para mascotas que ayudan a combatir el deterioro cognitivo.

Al igual que los seres humanos, los perros y gatos pueden experimentar una pérdida gradual de memoria y un deterioro cognitivo a medida que envejecen. Es fundamental estar atentos a los signos tempranos de demencia y buscar el apoyo y los cuidados adecuados para nuestras mascotas.

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