Como indica el National Center for Biotechnology Information, al menos el 88 % de los pacientes con SARS-CoV-2 pierden dichos sentidos y, el 80 % de esta población, tiene síntomas reversibles; el 20 % podría tener secuelas a largo plazo, para las que se requeriría entrenamiento olfativo.

Pese a que los datos sobre el comportamiento del virus siguen siendo escasos, el medio segura que perder el olfato y el gusto son señales de que el virus ha empezado a afectar el organismo; además, suele darse en pacientes jóvenes.

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¿Qué provoca la pérdida del olfato y el gusto?

El contagio con coronavirus no es la única causa de estos problemas, pues también se podrían dar por: resfriado común, rinitis alérgica, sinusitis, bronquitis y otros problemas respiratorios, aunque hay ciertas diferencias.

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¿Por qué la COVID-19 hace perder el olfato y el gusto?

Una investigación hecha por la Facultad de Medicina de Harvard arrojó que el virus afecta de forma directa el funcionamiento de las céculas nerviosas de la cavidad nasal, conocidas como células gliales, que permiten la comunicación entre las redes neurales.

El ataque que sufren las neuronas olfativas hace que el paciente presente anosmia, que es la pérdida total del olfato y, a su vez, del gusto, por lo que a la persona también le es complicado identificar sabores.

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