La mejor manera de conocer cada uno de los municipios que componen el territorio quindiano, es desde 12 de sus maravillas naturales, riquezas que lo ubican como uno de los departamentos más atractivos para recorrer por sus paisajes y variedad de verdes.  

Los seguidores de la Crónica votaron por su territorio preferido, a continuación les presentamos las maravillas naturales quindianas en el orden de votación:

1. Bosque de niebla el silencio

Desde Pijao se parte en jeep por 45 minutos hasta la vereda La Palmera. Luego, se camina durante hora y media para llegar al bosque de niebla El Silencio. En esta zona se puede apreciar “la palma de cera en su hábitat natural —bosque sobre bosque—, y palmas de cera bebés que se fusionan con árboles nativos. También hay una cascada de 25 metros, que es conocida por los habitantes de la zona como la cascada Durango. Se encuentran animales como osos, pumas, cusumbos, gran cantidad de aves, entre ellas el loro orejiamarillo y el tucán pechiazul”.

La cascada lleva ese nombre, por un fotógrafo que desde hace 30 años retrata a la comunidad de Pijao, como nadie conocía esa fuente hídrica, la bautizaron con el apellido del fotógrafo.

2. Laguna de Juntas

La Laguna de Juntas se encuentra en la vereda San Juan Alto de Génova. Limita con Tolima y Valle del Cauca. Queda muy cerca de la Piedra del Muñeco.

Para acceder al lugar se requiere de varias horas de caminata. Es muy interesante porque hace parte de una serie de lagunas del sector y luego hay que desplazarse caminando hasta este cuerpo de agua natural. Está inmersa en el ecosistema del páramo. Hay que recordar que los páramos tienen la función de retener y regular el agua que posteriormente surte los acueductos del Quindío. La flora presente es de frailejones, pajonales, especies de siete cueros y también hay colchones de agua” contó Mejía Cortés.

3. Túnel natural

Está ubicado en la vereda San José de Pueblo Tapao —un corregimiento de Montenegro—. Está aproximadamente a 3 kilómetros por la vía que lleva de La Tebaida a Montenegro, en el camino que conduce al relleno sanitario de Andalucía.

El túnel se construye por diversas especies de árboles, se extiende sobre la carretera en 2 kilómetros aproximadamente. Es considerado como el túnel natural más largo de todo el Eje Cafetero. El sector es frecuentado por ciclistas, caminantes y turistas que desean atravesar el túnel, hacer fotografías, disfrutar de la sombra, el paisaje verde, los animales y la naturaleza de sus alrededores.

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4. El Salto del Hippie

El Salto del Hippie era conocido como el Salto del Metalero. Entre 2002 y 2003, Grajales Echeverry recuerda que se había convertido en el sitio favorito y centro de esparcimiento para los estudiantes de colegios quienes acudían a la zona para disfrutar del espacio, además, en su momento, era un reto saltar desde allí, era el plan juvenil.

No obstante, esta dinámica ha cambiado y en la actualidad resulta un plan sobre todo familiar. Está ubicado en la Vereda El Congal, a 5 kilómetros de Armenia en la vía hacia Circasia, su cercanía al casco urbano facilita su acceso. Esta es un área de reserva, protegida por la comunidad. También es una zona frecuentada por ciclistas. La cascada tiene un salto de poco más de 12 metros con agua cristalina y un bosque secundario. En la zona se pueden encontrar serpientes, especies diversas de plantas, ranas, ardillas y aves. 

5. Reserva natural Cascadas de Río verde

En el municipio de Córdoba, ubicado sobre la cordillera central, se encuentran las Cascadas de Río Verde. En la reserva se pueden realizar 4 caminatas: hacia el Cementerio indígena pijao. zona en la que además de los vestigios de la comunidad también se encuentran aves como el tucán de montaña. La ruta hacia Morro azul ofrece paisajes que resultan cercanos al ambiente del páramo. El mirador del zancudo y palma de cera es un destino que permite llegar a un punto con vista a algunos municipios del Quindío y el valle del Quindío. Por último, está El alto del Oso, zona que se reconoce por ser un lugar “energético y ceremonial” para los pijaos.

Mejía Cortés explicó sobre este lugar: “Este municipio se destaca precisamente por la calidad de sus ríos, quebradas y cascadas. Esta reserva natural ha tenido un proceso interesante porque se inscribió hace un tiempo en la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío para desarrollar programas de educación ambiental. En los últimos años, han venido retomando este proceso con la pretensión de que se planteen estrategias para diversificar el turismo ambiental. Por su ecosistema con frecuencia se encuentran bosques de niebla, especies de epífitas”.

6. Valle de Cocora

“Hay una historia que dice que el Cacique Acaime que estaba en la zona tenían una hija que se llamaba la princesa Cocora, sus cabellos fueron los que formaron el río y por eso se le da su nombre”, contó Alejandro Grajales Echeverry, licenciado en biología y educación ambiental, experto en turismo.

El Valle de Cocora es un área protegida de la Cuenca alta del Río Quindío, que se ubica en Salento, allí fluye la Quebrada Cárdenas que viene desde el Parque nacional los nevados y desemboca en el Río Quindío. 

Es un sector privilegiado en el que se pueden apreciar 3 especies nacionales: la palma de cera —hábitat del loro orejiamarillo—, la orquídea y el cóndor de los andes.

“Es un valle antrópico, creado por el hombre, a principios del siglo XX era frondoso, calculamos que estaba lleno de vegetación, pero poco a poco se ha ido desmantelando”, advirtió Roberto Restrepo Ramírez, integrante de la Academia de Historia del Quindío.

7. Reserva Barbas Bremen

“Es un verdadero tesoro natural de los municipios de Pereira, Circasia y Filandia. Es el mayor patrimonio cultural del departamento”, sostuvo Restrepo Ramírez.

En esta reserva se encuentran bosques andinos conservados y especies endémicas, es un distrito de conservación de suelos. “En Bremen recolectaban y extraían los bejucos para hacer los canastos en los que se recogía el café”, narró Alejandro Grajales.

En la reserva hay corredores biológicos, creados por el Instituto Alexander von Humboltd. En la zona se encuentran monos aulladores, ranas venenosas, tigrillos, más de 250 especies de aves, más de 15 reptiles, 20 anfibios y otras especies.

“Cuando el recorrido se hace en silencio, se puede escuchar las manadas de monos aulladores, es una experiencia valiosa que hay que resaltar. Esta reserva juega un papel importante como posible zona de amortiguamiento del Parque nacional los nevados, su protección ayuda a que el Parque pueda preservarse en el tiempo”, agregó Mejía Cortés.

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8. El Valle de Maravélez

 

El Valle de Maravélez está en límites del Valle del Cauca y el Quindío en La Tebaida y Buenavista. Conecta Barragán y La Paila. Por el Valle transcurre el curso del Río De La Vieja, uno de los más importantes del Quindío. El ingreso gratuito es por la vereda Pijamal, antigua propiedad de Carlos Lehder, en La Tebaida.

La historia de este Valle tiene como antecedente lo escrito por Segundo Henao, fundador de Génova, quien relató La leyenda de la laguna de Maravélez, en la que narró que en dicha laguna flotaba una totuma de oro. Esta historia hace parte de la idiosincrasia y creencias inventadas de la región la cual hace eco a los relatos de guaquería.

Este Valle es una de las zonas más bajas sobre el nivel del mar, allí se encuentran diversas especies de monos aulladores, tortugas e iguanas. Sobre esto, Esteban Mejía Cortés, instructor del Sena en el área de turismo, dijo: “Hay especies de fauna y flora diferentes a las que encontramos en la zona de la cordillera”.

El horario recomendado para visitar la zona es al amanecer, momento en el que la neblina asciende. Tiene uno de los paisajes más bellos del Quindío, aunque no hacen parte del Paisaje Cultural Cafetero reconocido por la Unesco.

9. Parque de la vida

Es considerado uno de los pulmones más grandes de Armenia. Está compuesto por 8.2 hectáreas en las que se encuentran senderos naturales de aproximadamente 3 kilómetros en medio de guaduales y bosques, 4 lagos artificiales con peces y patos, una quebrada.

Allí sus visitantes suelen hacer avistamiento de aves. Se ubica en la zona norte, sobre la Avenida Bolívar de la capital quindiana, muy cerca del Parque Fundadores, este es el resultado de un obsequio que hizo a la ciudad la Federación Nacional de Cafeteros a través del Comité de Cafeteros del Quindío en 1997. 

Óscar Luis Bejarano Muñoz, director ejecutivo de la Sociedad de Mejoras Públicas, la cual se encarga de la administración del parque, dijo: “Contamos con una biodiversidad muy significativa dado que tenemos alrededor de 100 especies de pájaros, también es importante mencionar que hay palomas, conejos, gallos, gallinas y guatines”.

10. Chorros de San Rafael

Estos chorros se encuentran en Calarcá, están a aproximadamente 10 kilómetros de Armenia. Son conocidos como el “tesoro escondido de Calarcá”. Desde la galería de Calarcá son aproximadamente 7 kilómetros. Hay carretera por lo que la ruta se puede realizar en Willys. Se toma la vía a la antigua central de sacrificio animal, en la ruta hacia Puente Rojo hasta la vereda Santo Domingo, tras llegar allí, se continúa a pie, la caminata dura en promedio 45 minutos. El paisaje está conformado por guaduales, cafetales, cultivos y es posible el avistamiento de aves.

“Son unas cascadas que descienden desde las montañas de la vía La línea y caen a más de 70 metros al río Santo Domingo, tienen varios saltos y son un espectáculo para la naturaleza, digno de ser admirado y visitado. El grado de dificultad de la caminata es bajo. Los chorros son prácticamente paralelos a la vía La Línea, hace una importante oferta hídrica ambiental a Calarcá, sus aguas van a Río Verde”, explicó Harold Hurtado, administrador turístico, magíster en educación e instructor del Sena en el programa de Tecnología en guianza turística.

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11. La montaña del Ocaso

La Montaña del ocaso es una finca de 5 generaciones de la familia Vallejo, ubicada en Quimbaya, por la zona de la Fonda de los Arrieros, en la vereda Laureles. En el jardín principal de la casa se encuentra una Ceiba de 100 años que fue sembrada por Virginia Mejía quien llegó con su esposo Ignacio Londoño Palacio y fueron los primeros propietarios del terreno, ellos provenían de Manizales. 

12. Mirador natural de las 3 Cruces

En Buenavista se encuentra el Cerro o mirador natural de las 3 Cruces, uno de los puntos más altos del municipio y un emblema del Quindío. Está ubicado en la vereda La Granja, a unos 25 minutos en carro del parque principal del municipio cordillerano hasta la pista de parapente. Para subir al mirador se hace un recorrido corto por unas escaleras hasta llegar a la estación del teleférico.

“Buenavista es el municipio más pequeño, pero su paisaje es el principal patrimonio. En Ensayos de la historia quindiana volumen 5, Roberto Restrepo y Néstor Hernández mencionan que este cerro ha sido para los buenavistenses el principal sitio de peregrinación.

“En el cerro hay bosques de niebla con especies como el roble colombiano, helechos y bromelias”, señaló Esteban Mejía Cortés, instructor del Sena en el área de turismo.