Por: EL PILON SA

Noticias sobre Valledupar, el Cesar y el vallenato: artículos, videos, fotos y el más completo archivo de noticias de Colombia y el mundo en El Pilón.

Este artículo fue curado por pulzo   Dic 18, 2025 - 12:51 pm
Visitar sitio

La vida de Guzmán Quintero Pérez estuvo entrelazada de forma singular con la apicultura y con el desarrollo comunitario en Valledupar. Recientemente fallecido, su historia culminó con un hecho que sus allegados interpretan como simbólico: a mediados de noviembre, un enjambre de abejas ingresó repentinamente a su residencia del barrio Los Fundadores. Mientras su loro, conocido como “Mister Parly”, buscaba refugio en la sala, su perra schnauzer, “Dona”, fue víctima de varias picaduras. En un intento por protegerlo, su esposa Doña Estella lo cubrió con una sábana y también recibió el ataque de las abejas. El enjambre se retiró poco después, sin lesionar a Guzmán Quintero Pérez, escena que la familia considera una especie de despedida de los insectos que fueron parte esencial de su dedicación y legado.

Originario de El Carmen, en el departamento de Norte de Santander, Quintero Pérez llegó a Valledupar en 1967 con su familia. No solo fue uno de los fundadores del barrio Los Fundadores, sino que además presidió la Defensa Civil Colombiana en la región y promovió eventos culturales como los carnavales. Su liderazgo se manifestó en obras concretas, incluyendo la coordinación para la construcción de un puente esencial para cruzar la avenida hacia Fundación durante las temporadas de lluvia y su participación activa en la edificación de instituciones educativas y religiosas, como el colegio Upar y la parroquia San Francisco de Asís, según información documentada por familiares y vecinos.

De especial mención resulta su rol pionero en la consolidación de cooperativas y la apicultura local. En 1975, fue quien fundó la Cooperativa de Transportadores de Materiales para la Construcción (Cootramac), orientada a agrupar a quienes transportan materiales imprescindibles para la obra civil en la zona. Paralelamente, estableció la Cooperativa Multiactiva Coomulcod y dedicó esfuerzos al cuidado y crianza de abejas, apoyando la producción apícola y defendiendo el equilibrio ecológico.

Frente a las amenazas crecientes hacia la abeja melífera, Quintero Pérez impulsó la creación de la Sociedad Cooperativa de Ecologistas Colombianos (COAMBIENTAL) y el Programa de Captura Amigable de Enjambres (CAE). Este último se enfocaba en la captura responsable de enjambres en entornos urbanos, apoyándose en la instalación de trampas estratégicas y en la colaboración inicial con la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar). El cese de este programa obedeció a la carencia de respaldo institucional, dejando una tarea inconclusa crucial para la convivencia urbana y la preservación ambiental.

Lee También

Desde lo familiar, Guzmán Quintero Pérez fue padre del periodista Guzmán Quintero Torres, conocido por su labor en el diario EL PILÓN y su defensa de los derechos humanos en el Cesar durante épocas de violencia. El asesinato de su hijo en 1999, posteriormente catalogado como crimen de lesa humanidad por la Fiscalía General de la Nación en 2019, marcó profundamente a la familia y a la sociedad valduparense. Hoy, un parque en el barrio Los Fundadores lleva el nombre de Guzmán Quintero Torres, perpetuando la memoria de ambos.

El legado de Guzmán Quintero Pérez sobrevive en la memoria colectiva de Valledupar. Su ejemplo insta a la comunidad a revitalizar iniciativas ecológicas como COAMBIENTAL, procurando un Cesar más unido, justo y sostenible, y demostrando que la huella humana puede persistir en el trabajo solidario tanto como en el incansable vaivén de las abejas.

¿Qué retos enfrenta actualmente la apicultura urbana tras la suspensión del Programa de Captura Amigable de Enjambres?

La interrupción del Programa de Captura Amigable de Enjambres (CAE) dejó un vacío significativo en la gestión de abejas en espacios urbanos de Valledupar. El programa, impulsado por Guzmán Quintero Pérez en coordinación inicial con entidades ambientales como la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar), buscaba controlar la presencia de enjambres mediante técnicas respetuosas con los insectos, evitando incidentes en comunidades residenciales o educativas y favoreciendo la conservación de la abeja melífera, vital para el ecosistema.

Sin el respaldo institucional que tuvo en sus inicios, la labor de rescate, reubicación y protección de enjambres se encuentra actualmente limitada. Esta situación preocupa tanto a apicultores como a defensores ambientales, ya que el manejo inadecuado de abejas en zonas pobladas puede provocar accidentes, y su desaparición comprometería la polinización y la biodiversidad de la región. Debates recientes en Valledupar subrayan la necesidad de reactivar proyectos similares y fortalecer el trabajo colaborativo entre la sociedad civil y las autoridades para dar continuidad al ejemplo de Guzmán Quintero Pérez.

Total de palabras: 499


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

* Pulzo.com se escribe con Z

Lee todas las noticias de vivir bien hoy aquí.