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En el marco de la Semana de la Biodiversidad celebrada en Cali, la reconocida fotógrafa Anita Calero ha presentado la exposición “Mujeres cuidadoras del medio ambiente”, enfocada en retratar a siete mujeres del suroccidente colombiano que, desde los Farallones de Cali, han dedicado sus vidas a la defensa y preservación de la biodiversidad. Esta muestra visual destaca un trabajo históricamente menospreciado: el protagonismo de las cuidadoras rurales del ambiente, protagonistas silenciosas de la protección ecológica en sus comunidades. Según reseña 90Minutos, a través de sus historias y miradas se entreteje una narrativa contemporánea sobre el vínculo entre el territorio y la identidad.
Las mujeres seleccionadas para la exposición provienen de zonas rurales que enfrentan grandes retos ambientales y sociales. Los ecosistemas de estos territorios son tan ricos como frágiles, amenazados por la rápida expansión urbana, la minería ilegal y la crisis climática. Frente a estas adversidades, las prácticas de cuidado de la tierra y el agua realizadas van más allá de la agricultura tradicional; se trata de actos conscientes de resistencia y defensa del entorno, como lo plantea Diego Guarnizo, productor de 29° y articulador de iniciativas culturales en Cali. De acuerdo con sus palabras recolectadas por 90Minutos, el compromiso de estas mujeres se traduce en acciones que dignifican y defienden la vida en todas sus manifestaciones.
Esta muestra local está alineada con tendencias internacionales que destacan el papel crítico de las mujeres rurales en la sostenibilidad ambiental. De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ellas custodian conocimientos milenarios y gestionan cerca del 43% de la tierra cultivable en el planeta, contribuyendo a la conservación genética y a prácticas agrícolas sostenibles. En Colombia, como reporta el Ministerio de Ambiente, si bien las mujeres rurales enfrentan obstáculos adicionales en acceso a la tierra y recursos, su liderazgo en protección ambiental resulta cada vez más necesario y merece ser destacado.
El territorio de los Farallones de Cali no solo es uno de los principales pulmones verdes del suroccidente colombiano; también es vital para la regulación hídrica que beneficia a más de dos millones de habitantes, como lo evidencia la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). De allí que la urgente defensa de estos ecosistemas adquiera carácter estratégico, tanto para garantizar agua potable como para evitar la erosión y la deforestación que amenazan directamente la vida y el bienestar de la población local.




El trabajo de Anita Calero va más allá del registro fotográfico: recoge memorias y fortalece la cohesión de las comunidades, visibilizando el aporte de mujeres que no solo velan por el equilibrio ecológico sino que también transmiten tradiciones y fortalecen la identidad colectiva. Según la antropóloga María González, experta en temas de género y medio ambiente, estos espacios de resistencia femenina son vitales para aprender, adaptarse y enfrentar los desafíos ambientales presentes y futuros. Así, la exposición invita a reconsiderar el vínculo con la naturaleza desde una perspectiva donde prima el cuidado y la justicia social, un enfoque contemporáneo conocido como ecofeminismo, que relaciona la equidad de género y la defensa ambiental ante escenarios de crisis ecológica y desigualdad.
En conclusión, “Mujeres cuidadoras del medio ambiente” articula arte, memoria colectiva y política, ofreciendo una reflexión ampliada sobre la necesidad de reconocer y fortalecer el rol fundamental de las mujeres rurales en la sostenibilidad y pervivencia de los territorios amenazados en Cali y más allá.
¿Qué es el ecofeminismo y cómo contribuye a la defensa ambiental?
El ecofeminismo, mencionado en el marco de la exposición de Anita Calero, plantea una perspectiva en la que la protección del medio ambiente se une de forma directa con la lucha por la equidad de género y por la justicia social. Desde este enfoque, se considera que las mujeres—especialmente aquellas en contextos rurales—tienen una relación única y fundamental con la naturaleza, pues cargan con la responsabilidad histórica del cuidado y la transmisión de saberes. En la experiencia de las mujeres retratadas, el ecofeminismo se concreta en actos cotidianos de defensa del agua, la tierra y las tradiciones, acciones que el proyecto busca visibilizar y dignificar.
Esta perspectiva es relevante hoy en día porque propone una respuesta integral a la crisis ambiental, reconociendo que no es posible cuidar los ecosistemas sin transformar también las estructuras de desigualdad y los modelos culturales que afectan especialmente a las mujeres. El ecofeminismo invita a ampliar la mirada sobre quiénes son las actoras principales en la protección de la naturaleza y de qué manera sus saberes pueden enriquecer la búsqueda de soluciones sostenibles en los territorios, especialmente en regiones amenazadas como los Farallones de Cali.
¿Por qué es importante reconocer el conocimiento ancestral de las mujeres rurales?
El reconocimiento al conocimiento ancestral de las mujeres rurales, como señala el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se sustenta en que estas comunidades han preservado, por generaciones, técnicas agrícolas sostenibles y prácticas ecológicas que son esenciales para la conservación de la biodiversidad. Al gestionar gran parte de la tierra cultivable y al transmitir saberes orales y prácticos, estas mujeres actúan como verdaderas guardianas de ecosistemas estratégicos.
Esta valoración cobra especial importancia ante las amenazas actuales que enfrentan regiones como los Farallones de Cali: la urbanización acelerada, la minería ilegal y el cambio climático. Incorporar el conocimiento enseñado y experimentado por las mujeres rurales en políticas ambientales y proyectos comunitarios no solo incrementa la eficacia de los esfuerzos de conservación, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades y su capacidad para adaptarse a nuevos retos ambientales y sociales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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