Cada vez más países en Europa están optando por imponer el certificado de vacunación para actos corrientes de la vida social, incluso a la hora de tomar algo en un bar o un restaurante, pero también para utilizar medios de transporte de largo recorrido. 

La asamblea francesa aprobó este viernes en primera lectura el proyecto de ley para la utilización obligatoria de este certificado en algunos actos sociales y que también obliga a vacunarse al personal sanitario y a todos los profesionales que tratan cotidianamente con personas vulnerables.

En agosto, si se cumplen los planes del gobierno francés, se requerirá también para el transporte público de largo recorrido (autobuses, trenes, aviones y barcos), para tomar algo en un bar o un restaurante, pero también para hacer una visita a un hospital o una residencia de mayores.

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En Italia, a partir del 6 agosto, será obligatorio mostrar el certificado sanitario antes de sentarse a la mesa en un bar o un restaurante, pero también si se va a un cine, un teatro, un estadio o un concierto. 

En Grecia, desde el pasado 16 de julio, solo pueden acceder a los locales de hostelería y ocio las personas que demuestren mediante su pasaporte COVID que han sido vacunadas o han pasado el coronavirus en los últimos seis meses. Aquellas que solo presenten una prueba negativa no podrán entrar. 

En España, las regiones de Canarias y Galicia han sido las dos primeras comunidades autónomas en exigir el certificado de vacunación o una prueba negativa de COVID-19 para entrar en los locales de hostelería de aquellos municipios con alta propagación del virus. 

Irlanda, Portugal, Croacia, Reino Unido y Bélgica ya hacen uso del pasaporte COVID o piensan implementarlo en los próximos 3 meses. 

Holanda, España, Grecia, Suiza y una decena de países europeos ya reciben a todos los turistas vacunados con cualquier biológico aprobado por la OMS, incluyendo a los que han recibidos las vacunas de Sinovac y Sinopharm. 

Otras naciones, como Francia e Italia, solo aceptan por ahora a turistas vacunados con biológicos aprobados por la Agencia Europea del Medicamento –EMA– (Pfizer, Janssen, Moderna y AstraZeneca). Sin embargo, esto podría cambiar prontamente, ya que Sinovac y Sinopharm están bajo revisión para aprobación por parte de la EMA.