Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Sep 23, 2025 - 4:27 pm
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El reciente descubrimiento de un megaraptorano en la Formación Lago Colhué Huapi, situada en la Patagonia argentina, ha significado un paso importante para la paleontología, en especial en el estudio de dinosaurios carnívoros del período Cretácico. Según el artículo publicado por Nature, a diferencia de los restos habitualmente fragmentados y mal conservados, este espécimen se encuentra en un estado de preservación excepcional, con partes significativas del cráneo, columna vertebral y extremidades. Este avance permite a los investigadores examinar de forma minuciosa la anatomía y los hábitos de vida de los megaraptoranos, un grupo sobre el cual persisten muchas interrogantes debido a la precariedad con que generalmente se encuentran sus fósiles.

Los megaraptoranos vivieron hace aproximadamente entre 90 y 66 millones de años en diversas regiones como Asia, Australia y, principalmente, Sudamérica. Desde su hallazgo inicial, los expertos han debatido intensamente su ubicación en el árbol evolutivo. Hay quienes sugieren que pertenecen a los alosauroideos carcharodontosaurios, grandes depredadores a los que también se asocia el Giganotosaurus, mientras que otros paleontólogos los asocian con los celurosaurios primitivos, ancestros de los primeros tiranosaurios. Esta falta de certeza ha persistido principalmente por la escasez de restos bien conservados hasta la fecha.

No obstante, el hallazgo reportado en Nature no solo amplía el conocimiento morfológico de estos dinosaurios, sino que arroja luz sobre su ecología. Junto al megaraptorano se halló también un húmero de cocodrilo, lo que sugiere que estos depredadores podían alimentarse de grandes reptiles acuáticos y que su dieta era más variada de lo que se pensaba. Detalles como este enriquecen la comprensión del comportamiento alimentario y la posición ecológica de los megaraptoranos.

La importancia de este fósil se destaca aún más si se considera, según datos de Scientific Reports, que los registros completos de megaraptoranos son sumamente escasos frente a otros carnívoros del Cretácico. Esto ha obstaculizado el estudio detallado sobre su biología y evolución. El nuevo ejemplar argentino representa, en consecuencia, una oportunidad única para esclarecer aspectos claves sobre este linaje de depredadores.

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Paralelamente, investigaciones regionales realizadas por el Museo Argentino de Ciencias Naturales apuntan a una notable diversidad y expansión geográfica de los megaraptoranos en Sudamérica, desde Argentina hasta Brasil. Esta diversidad sugiere adaptaciones ecológicas específicas en el continente, probablemente vinculadas a una radiación adaptativa tardía, un proceso evolutivo que permitió la proliferación de nuevas especies antes de la extinción masiva al final del Cretácico, hace 66 millones de años.

Finalmente, el hallazgo impulsa a la comunidad científica a profundizar el trabajo en la Patagonia, región estratégica para descifrar la fauna mesozoica del hemisferio sur. La excelente preservación del fósil abre la puerta al uso de herramientas avanzadas como la tomografía computarizada y la modelación 3D, tecnologías que, según el Journal of Paleontological Techniques, ya han resultado valiosas en estudios recientes de restos fósiles complejos.

¿Qué diferencia hay entre los megaraptoranos y otros grandes depredadores del Cretácico? La relevancia de esta pregunta radica en la dificultad para posicionar a los megaraptoranos dentro del árbol evolutivo de los dinosaurios. Mientras que depredadores como el Giganotosaurus tienen una filiación evolutiva relativamente clara, los megaraptoranos siguen desconcertando a los paleontólogos por la escasez y condición fragmentaria de los restos encontrados. El reciente fósil argentino podría ayudar a distinguir las peculiaridades anatómicas y conductuales que separan a los megaraptoranos de otros grandes carnívoros contemporáneos.

¿Qué es una “radiación adaptativa tardía” en paleontología? La radiación adaptativa tardía, mencionada por el Museo Argentino de Ciencias Naturales, se refiere al proceso evolutivo mediante el cual un grupo de organismos experimenta una rápida diversificación de especies en una etapa final de su historia. En el caso de los megaraptoranos sudamericanos, esta tendencia podría explicar la aparición de diversas formas y adaptaciones ecológicas justo antes de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, un tema clave para comprender la evolución de la fauna en esa época.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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