Sin duda alguna la anestesia es uno de los factores importantes de la cirugía, quizás el desconocimiento y la falta de información de los propietarios hace que generen temor, desconfianza e inseguridad de alguna eventualidad de urgencia que se pueda presentar durante el procedimiento.

Hoy en día la anestesia ha demostrado más seguridad debido al conocimiento, actualización de diferentes técnicas anestésicas, infraestructuras y equipos de monitoreo con que cuentan muchas clínicas veterinarias, por esta razón ya el veterinario cuenta con una persona encargada de realizar esa función, para llevar a cabo un buen servicio y demostrar la seguridad y confianza del trabajo.

¿Qué es la anestesia?

Se define como la pérdida temporal de la conciencia, supresión de dolor y sensibilidad con el uso de fármacos específicos administrados vía endovenosa, intramuscular, inhalada o local, que el anestesista puede modular según las funciones corporales.

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¿Cómo reducir los riesgos de la anestesia?

  • El riesgo va a depender en gran medida de tres factores: la experiencia del anestesista, del estado de salud de la mascota y del equipo anestésico que se utilice en la clínica. Inicialmente para prevenir los riesgos anestésicos se debe tener un ayuno entre 6 a 12 horas de alimento y agua para evitar que vomiten o regurgiten y este provoque una neumonía por aspiración.
  • Informar sobre las razas chatas (braquiocefálicos) como los Pug, Shitzu, Bóxer, Boston Terrier y Bulldog que tienen predisposición a padecer problemas respiratorios durante la inducción anestésica debido a su conformación anatómica.
  • Hacer una valoración previa del paciente: identificación, signos, historial médico, examen físico y realización de pruebas diagnósticas de los que comprende un hemograma, parcial de orina, pruebas de función hepática y renal, electrocardiograma y radiografía de tórax de ser necesarios.
  • Dar un diagnóstico de laboratorio previo a la cirugía, conocer cada una de las enfermedades que presente o en caso de ser intervenido de urgencia, informar los riesgos que se puedan presentar en caso de que tengan, anemia, deshidratación, hipotermia, hipertermia, hipoglicemia, hiperglicemia, enfermedades gastrointestinales, renales, hepáticas, choque, hipotensión, hipertensión, enfermedades respiratorias, hemorragia, septicemia, peritonitis infecciosa etc.
  • Plantear un plan terapéutico para el procedimiento anestésico, dependiendo del estado de salud del paciente, realizar pre oxigenación, monitorización durante la anestesia y hacer un manejo del dolor.

Por: doctora Hasbleidy Andrea Montes Robayo.

M. V. Z. U. de la Amazonía. Estancia Especial en Anestesia HVE UNAM. Diplomado en Anestesia de pequeñas especies.