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Mantener la higiene adecuada es crucial para evitar complicaciones con los piercings. Conozca cómo cuidarlos según la zona del cuerpo para una experiencia segura y sin riesgos.
Para mantener la higiene de un piercing en la oreja, lave cuidadosamente el área con agua tibia y jabón antibacteriano dos veces al día. Evite el contacto con productos químicos, cabello o cosméticos que puedan irritar la piel.
En el caso de piercings en la nariz, limpie la zona con solución salina o agua salada varias veces al día para prevenir infecciones. Evite tocar el piercing con las manos sucias y no gire el arete, ya que puede retrasar la cicatrización.
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Los piercings en la lengua requieren un lavado con un enjuague bucal sin alcohol después de cada comida y bebida, además de cepillar suavemente la joya y la lengua con un cepillo suave para evitar la acumulación de bacterias.
Para los piercings en el ombligo, es importante mantener el área limpia y seca, evitando el uso de ropa ajustada que pueda frotar o irritar la zona. Aplique una pequeña cantidad de crema antibiótica si se observa enrojecimiento o irritación.
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En caso de cualquier signo de infección, como enrojecimiento, hinchazón o secreción, consulte de inmediato a un profesional de la salud. No retire el piercing por su cuenta, ya que esto puede empeorar la situación.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.
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