La prueba de ‘personalidad’ fue realizada a través de los interlocutores de los felinos: sus propietarios, quienes calificaron 46 enunciados en una escala de 1 a 5, destaca The Jerusalem Post.
Entre las oraciones que fueron evaluadas por los propietarios de gatos estaban las de si el gato juega con la presa antes de comerla o si la mata directamente; o si el gato maúlla intensamente sin razón aparente.
El estudio trató de establecer cómo se relaciona el gato con otros de su especie, con sus dueños y con personas extrañas, señala el medio israelí mediante 5 variables que definen la sicopatía felina: audacia, mezquindad, desinhibición, hostilidad, y hostilidad hacia los humanos.
“Es posible que todos los gatos tengan un elemento de sicopatía, pues en algún momento de su evolución fue útil para adquirir recursos como comida, territorio y oportunidades de aparearse”, dice la doctora Rebecca Evans, directora del estudio, citada por Newsweek.
La investigación arrojó además que son tantos los atributos de personalidad de un gato, que no es posible hacer una lectura definitiva sobre su comportamiento.
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