Al nacer, el bebé pesaba tan solo 228 gramos y era tan pequeño que cabía en la mano de un adulto, afirmaron los doctores. 

Al cabo de cinco meses de cuidados intensivos en el servicio de neonatología, el bebé logró pesar 3,2 kilos, indicó el hospital en un comunicado. 

“Estoy feliz de que haya aumentado tanto de peso, sinceramente no creía que pudiera sobrevivir”, dijo la madre en un mensaje transmitido a los medios locales.

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Takeshi Arimitsu, el médico a cargo del menor, indicó que cuando un bebé nace muy pequeño, existe la posibilidad de que tenga un crecimiento saludable.

La tasa de sobrevivencia de los recién nacidos por debajo de los 300 gramos es muy baja, sobre todo cuando se trata de varones, indicó el hospital.