De acuerdo con el medio 9 News, la mujer iba a Japón y pretendía contrabandear los animales.

“Alegaremos que esta mujer estaba aquí para obtener fauna silvestre y exportarlos ilegalmente fuera del país”, afirmó el comandante de la Fuerza Fronteriza Graeme Crosses, al medio australiano.

Crosses agregó que estos lagartos iban a ser vendidos como mascotas y que el precio de cada uno ronda los 10 mil dólares ( 31 millones de pesos).

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Según Kate Gavens, reguladora de Conservación de Medio Ambiente de Melbourne, los reptiles incautados tenían garrapatas adheridas a ellos, lo que indica que fueron capturados en su hábitat natural. 

“Serán revisados ​​por un veterinario y donados a escuelas y otras organizaciones sin fines de lucro si no pueden ser devueltos a la naturaleza”, indicó Gavens al mismo medio.

Por su parte, la japonesa no solicitó la libertad bajo fianza y se presentará en la Corte de Magistrados de Melbourne mañana, indicó el portal.

El medio informó que la pena máxima por estos delitos es de 10 años de prisión o una multa de 210.000 dólares (unos 670 millones de pesos).