En una historia poco común, Alejandra Arias y Jaime Martínez, una pareja colombiana establecida en España, ha llamado la atención de muchos al decidir compartir su experiencia de paternidad a través de una alternativa poco convencional. Ante la imposibilidad de tener hijos naturalmente, debido a una grave condición médica que Alejandra sufre, la pareja recurrió a la tecnología aplicada en el campo de la salud emocional, específicamente a través de un bebé ‘reborn’ creado con inteligencia artificial (IA), según informó Antena 3.
(Vea también: ¿Los colombianos ya no quieren tener hijos? Registraduría mostró alarmantes cifras)
El caso de Alejandra es especialmente complejo. A sus 26 años, enfrenta un diagnóstico que no solo amenaza su vida, sino que también complica sus posibilidades de maternidad. Alejandra tiene un tumor en la base del cráneo, una situación que la ha llevado a someterse a quimioterapia oral y que hace que cualquier embarazo sea extremadamente riesgoso, de acuerdo con el citado medio.
“El doctor me dijo que no sería posible, que sería un milagro quedar en embarazo y sería de alto riesgo”, comentó Alejandra en una entrevista para la cadena de televisión española Este diagnóstico la sumergió en una profunda tristeza, considerando incluso opciones desesperadas como el suicidio.
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Ante este difícil panorama, Alejandra buscó apoyo profesional y encontró en la terapia del bebé ‘reborn’ una salida innovadora. Esta terapia utiliza muñecos hiperrealistas que imitan la apariencia física, el peso y la textura de un bebé humano. Gracias a la aplicación de inteligencia artificial, estos muñecos pueden ser personalizados para reflejar rasgos físicos de los padres, según el informe televisivo.
“Tenía una ansiedad por conocerlo, sentía lo mismo que siente una mamá”, expresó Alejandra sobre el proceso. La fabricación de su bebé reborn fue encargada a un especialista en Canadá y tomó cerca de tres meses, período durante el cual Alejandra y Jaime se prepararon emocional y materialmente para recibir al nuevo miembro de su familia.
Una vez que el bebé llegó, adoptaron rutinas típicas de cualquier hogar con un recién nacido, como cambiar pañales y alimentarlo regularmente. Alejandra enfatizó en la seriedad del proceso: “Esta terapia hay que hacerla bien, no es tener un bebé y tirarlo al armario, es hacer la terapia”.
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