La mujer preguntó si era posible que hubiera 2 pavos reales, en vez de uno (como se veía en la imagen que encontró) y si el pastel podía tener menos ‘cupackes’ en la cola del pavo real. El pastelero respondió que no había problema y le cobró 300 dólares, equivalentes a un poco más de un millón de pesos.

Lo anterior fue relatado por Annette Davis, familiar de Rena, a través de Facebook. En esa publicación, ella compartió una foto del pastel deseado y varias imágenes del fallido ponqué.

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Annette también contó que el pastel llegó un día antes de la boda, hacia las 6 de la tarde. Al abrir la caja, una de las cabezas del ave se cayó, por lo que, “casi llorando”, Rena intentó arreglar lo que ella describió como “un pavo con lepra”.

De acuerdo con el testimonio de la mujer, el ponqué tenía otros defectos: no estaba cubierto con fondant blanco, como Rena lo pidió, y el glaseado de crema de maní estaba tan mal puesto que el bizcocho se alcanzaba a ver.

Cuando Rena le reclamó al pastelero por su trabajo, este manifestó que no entendía qué había hecho mal y, para colmo de males, se negó a devolverle el dinero. Ante lo sucedido, ella tuvo que buscar un pastel el mismo día de su boda, concluyó Annette.

A continuación puedes ver las fotos del desastroso pastel: