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La objetofilia es un término que se utiliza para describir una atracción romántica hacia objetos inanimados. Las personas que experimentan objetofilia pueden sentir una conexión emocional profunda, a menudo similar a la que se siente en una relación humana, hacia objetos como automóviles, monumentos, edificios, juguetes, muñecas u otros objetos inanimados.
Esta atracción puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas personas pueden sentir que los objetos tienen personalidades o características únicas, y pueden desarrollar relaciones imaginarias con ellos. Pueden experimentar emociones intensas y sentir que están conectados de manera especial con ciertos objetos.
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Erika LaBrie la mujer que llamó la atención al anunciar su romance con la Torre Eiffel, un tema que impresionó a mas de uno y que con los años se complicó, ya que en el momento que la relación se hizo pública los encargados de la seguridad de la torre le restringieron la entrada a mujer. LaBrie se sintió muy afectada al punto de cambiarla por una torre alemana.
En una entrevista con medios locales Erika manifestó: “Ellos piensan que no puedo desarrollar relaciones con personas y que prefiero objetos porque es algo que puedo controlar. Pero, yo no tenía control en mi relación con la Torre Eiffel. Si esto fuera solo sobre control, amaría a mi tostador”.
No obstante aseguró que ya tiene una nueva relación con otro objeto y por ello se vio en la obligación de divorciarse, pues ahora esta chica a sus 50 años ha encontrado su nuevo amor en un jardín público de Montreal, pero esta vez lo que cautivó por completo su corazón fue valla pintada de color rojo. La mujer asegura que se ha enamorado también de aviones de combate, de una guillotina y hasta de una grúa.
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