Seis días después de que lo dieran de alta, el hombre regresó al hospital debido a que tenía dificultad para respirar y porque no había podido comer alimentos sólidos desde la operación. Incluso, en algún momento tosió sangre, informó la revista BMJ Case Reports.

Los médicos creyeron que el paciente tenía una infección respiratoria y que presentaba efectos secundarios por haber estado entubado durante la cirugía, así que le recetaron antibióticos, indicó el medio.

Posteriormente, la salud del británico empeoró: el dolor de garganta aumentó, siguió tosiendo sangre, su voz se ponía cada vez más ronca y, además, ni siquiera podía tragar los medicamentos que le recetaron, agregó la revista.

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El hombre regresó al hospital dos días después de su segunda visita. De acuerdo con la misma publicación, fue en ese momento que los doctores encontraron “un objeto semicircular metálico” sobre sus cuerdas vocales, por lo que lo operaron de emergencia. En el quirófano, los médicos le extrajeron su dentadura postiza.

Aparentemente, esa cirugía fue un éxito; sin embargo, el anciano tuvo que regresar cuatro ocasiones más al centro médico porque presentaba hemorragias en la garganta. La última vez fue la vencida, señaló BMJ Case Reports.

Aunque este caso se registró en 2008, hasta ahora se viralizó gracias a la publicación de la revista, que lo divulgó para instar a los médicos a que, antes de una cirugía, les retiren las dentaduras postizas a sus pacientes.