En febrero de 2021 el CEO de Walletmor, Wojtek Paprota, había dicho: “La billetera del mañana: imagine un futuro en el que podamos realizar pagos simplemente moviendo la mano sobre un terminal de pago estándar. Hoy esa ‘billetera del mañana’ ya es un hecho. La compañía de Reino Unido y Polonia lo hizo realidad.

El debate está abierto y hay muchas preguntas alrededor de este innovador medio de pago. El sistema usa la tecnología NFC (Near-Field Communication, conexión de proximidad) con chips subdérmicos que sirven para pagar cuentas como si fueran una tarjeta débito o crédito pero incorporada al cuerpo.

La empresa ya ha vendido un poco más de 500 chips subdérmicos y los tienen disponibles en su página web. Su precio también está anunciado: 199 euros o un poco más de 800.000 pesos colombianos.

La medida del chip es la de un grano de arroz y está compuesto de un pequeño microchip y una antena recubierta de un biopolímero, un material de origen natural, similar al plástico. Con respecto a la duración del chip la empresa manifestó que sería de 8 años en Europa y 3 años en Estados Unidos.

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En su página web se lee: “El primer implante completamente seguro del mundo, que se puede utilizar para pagos sin contacto en cualquier momento y en cualquier lugar. Olvídese de las soluciones de efectivo, tarjeta y SmartPay. Desde ahora puede pagar directamente con su mano. Obtenga su implante de pago Walletmor ahora y dé un paso hacia el futuro”.

Algunos hablan de avance mientras otros consideran que nos acercamos más al biocontrol y la represión. Theodora Lau, experta en tecnología financiera, ​​dice que los chips de pago implantados son solo “una extensión del internet de las cosas; esto es, otra forma más de conectarse e intercambiar datos.

Los límites, la privacidad y el control político son algunas de las cuestiones que deberían plantearse los usuarios de estas tecnologías. Sin embargo, las preguntas no están muy alejadas de las que ya deberíamos estar haciendo con respecto al uso de otros dispositivos tecnológicos.