Según comentó, Instagram empezó a mostrar anuncios en Reels en abril pasado en cuatro mercados específicos: India, Brasil, Alemania y Australia, pero ahora se dispone a lanzarlos definitivamente en todo el mundo y de forma permanente.

La publicidad se insertará entre los videos que publiquen los usuarios y consistirá en videos de hasta 30 segundos de duración que se repetirán una vez terminen y ocuparán toda la pantalla.

Para que el internauta pueda distinguirlos del resto de contenidos, los anuncios irán marcados con un letrero de “sponsored (esponsorizado)”.

Menos de 24 horas antes, el miércoles, Facebook informó que también añadirá publicidad a otro de sus productos, en este caso en las aplicaciones de sus gafas de realidad virtual Oculus.

La red social tildó la iniciativa de “experimento” y detalló que una de las primeras aplicaciones en recibir publicidad será el popular videojuego Blaston desarrollado por Resolution Games.

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Facebook, que además de Instagram y Oculus, también es propietaria de WhatsApp, recibe la inmensa mayoría de sus ingresos de la publicidad.

Sin embargo, ampliar todavía más su dominio en el mercado de la publicidad digital (Alphabet -la empresa matriz de Google- y Facebook reciben más de la mitad del total del gasto publicitario en internet en Estados Unidos) podría dificultar las disputas antimonopolio abiertas contra la red social.

La compañía que dirige Mark Zuckerberg se enfrenta a 2 demandas presentadas en su contra a finales del año pasado por la Comisión Federal del Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) y los fiscales generales de 46 estados y 2 territorios de EE.UU. por presuntas prácticas contrarias a la libre competencia.

Ambas demandas se centran en las adquisiciones por parte de la red social de los competidores Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014, operaciones que, paradójicamente, fueron aprobadas en su momento por la propia FTC, el mismo ente que ahora se querella contra Facebook.