El gobierno de Australia trabaja en un “código de conducta vinculante” que supuestamente regirá las relaciones entre los medios de comunicación y los gigantes que dominan internet, entre los que destacan Google y Facebook, que captan buena parte de los ingresos publicitarios.

Este proyecto, uno de los más restrictivos del mundo, prevé sanciones de millones de dólares en caso de infracción y se dirige al “hilo de actualidad” de Facebook y a las búsquedas en Google.

Pero la directora general de Google Australia, Mel Silva, declaró este viernes delante de una comisión del Senado que el “peor escenario” posible sería que el borrador del código se aprobara tal cual, y que llegado el caso su grupo se vería obligado a suspender sus servicios de búsqueda en Australia.

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“Si esta versión del código se convierte en ley, no nos dejaría otra opción más que suspender Google Search en Australia”, declaró Silva.

A esa amenaza, respondió el primer ministro australiano, Scott Morrison. “Australia es la que establece las reglas de lo que se puede hacer en Australia. Es nuestro Parlamento el que decide”, advirtió. “Las personas que estén dispuestas a trabajar dentro de este marco en Australia son bienvenidas. Pero no cedemos a las amenazas”.

Facebook y Google captan cada vez más ingresos por publicidad

La iniciativa australiana se está siguiendo muy cerca en todo el mundo en un momento en el que los medios sufren en una economía digital donde Facebook, Google y otras grandes empresas tecnológicas captan cada vez más ingresos por publicidad.

La crisis de los medios se ha agravado con el colapso económico provocado por el coronavirus. En Australia, decenas de periódicos han cerrado y cientos de periodistas se han quedado sin empleo.

El borrador del código prevé que Google y Facebook remuneren a los medios australianos, ya sea el grupo público ABC o los periódicos del grupo News Corp de Rupert Murdoch, por usar su contenido.

El gobierno apunta solo a Facebook y Google, pero no a otras plataformas muy populares como Instagram o YouTube.

Uno de los aspectos más polémicos es que Google y Facebook deberían entrar en un arbitraje vinculante con cada medio, a falta de un acuerdo amistoso. El árbitro decidiría entre la posición de los medios y los gigantes tecnológicos sobre el monto de la remuneración.

“Esta disposición del código sentaría un precedente insostenible para nuestro sector y la economía digital”, dijo Silva el viernes. “No es compatible con la forma en que funcionan los motores de búsqueda o internet“.

Silva insistió en que Google quería apoyar a los medios de comunicación y sugirió modificar el borrador del código que debe entrar en vigor este año. “Hay un camino claro hacia un código justo y con el que podemos trabajar, con simplemente unas pequeñas enmiendas”, dijo.

Google ya había dicho recientemente que podría impedir que el contenido de los sitios web de medios australianos apareciera en las respuestas de su motor de búsqueda. Empezó a probar este tipo de medidas entre algunos internautas.

Las amenazas de Facebook

Pero este viernes era la primera vez que el grupo se declaraba dispuesto a bloquear su motor de búsqueda en Australia.

Estados Unidos también exhortó a Australia a renunciar a su proyecto, porque lo considera “fundamentalmente desequilibrado” en favor de los medios de comunicación.

Facebook también rechazó el código en su forma actual, diciendo que dejaría de publicar el contenido de medios de comunicación australianos si entraba en vigor.

“La inmensa mayoría de las personas que usan Facebook podrían seguir haciéndolo, pero ya no podríamos proporcionar noticias“, declaró ante el Senado australiano Simon Milner, un directivo de Facebook.

Australia propuso inicialmente un “código de conducta voluntario”, pero endureció su posición alegando que no se podía hallar un acuerdo justo entre los medios de comunicación y los gigantes tecnológicos, debido al peso de estos últimos.

Australia no es el único mercado donde Google está en conflicto con los medios. El jueves, el grupo californiano anunció haber alcanzado un acuerdo marco que allana el camino para la remuneración de la prensa francesa en concepto de los derechos afines o conexos.

Los derechos afines son una disposición similar a los derechos de autor creada hace dos años por una directiva europea para supuestamente mejorar la distribución de los ingresos digitales en beneficio de los periódicos y las agencias de prensa.