En el año 2123, el mundo habrá experimentado cambios radicales en casi todas las áreas, desde la tecnología, pasando por el medio ambiente y la política. Los avances en la ciencia serán los principales motores del cambio, y las sociedades habrán evolucionado para adaptarse a estas nuevas realidades.

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¿Cómo se verá el mundo en 100 años desde las áreas más relevantes?

La tecnología será el factor más influyente en la vida cotidiana. La inteligencia artificial, la robótica avanzada y la nanotecnología habrán alcanzado niveles sin precedentes de sofisticación, lo que permitirá a las personas vivir vidas más cómodas y productivas.

Las casas inteligentes, que se ajustan automáticamente a las preferencias del usuario, serán la norma. La ropa inteligente y los dispositivos implantables permitirán a las personas monitorizar su salud en tiempo real y recibir tratamiento preventivo para enfermedades.

La biotecnología también tendrá un papel fundamental en la sociedad del futuro, pues la clonación y la ingeniería genética serán comunes y las enfermedades genéticas podrán ser erradicadas. La medicina regenerativa permitirá el crecimiento de órganos humanos a partir de células madre, y la longevidad humana se extenderá hasta más allá de los 100 años.

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Sin embargo, estos avances también plantean desafíos éticos y sociales. La cuestión de la responsabilidad en el uso de la inteligencia artificial y la tecnología se convertirá en un tema candente. La privacidad y la seguridad serán prioridades en un mundo en el que la tecnología conecta a todas las personas y las cosas.

El medio ambiente también será una preocupación constante. El cambio climático habrá alterado el equilibrio de los ecosistemas, y las ciudades deberán adaptarse a los nuevos patrones climáticos.

La energía renovable, como la solar y la eólica, será la fuente principal de energía. Las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono ayudarán a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, y los gobiernos estarán más comprometidos que nunca con la protección del medio ambiente.

En términos políticos, la globalización habrá hecho posible una mayor colaboración entre los países, pero también habrá aumentado la competencia y la desigualdad.

La democracia habrá evolucionado para adaptarse a estos cambios, con sistemas de votación más transparentes y una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones.

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*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Tecnología, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.