Expertos intentan confirmar si el caso corresponde a una infección que se conoce formalmente como Dracunculus medinensis.

Este parásito generalmente infecta a las personas por medio de agua potable, contaminada con pequeños crustáceos de agua dulce que han comido larvas de gusanos, informó Gizmodo. 

Una vez los primeros huéspedes mueren, los gusanos se liberan y penetran en el abdomen desde la pared intestinal. Allí crecen hasta convertirse en adultos y llegar al apareamiento.

Uno de los gusanos es llamado mamá, es mucho más largo que los gusanos machos y puede alargarse hasta 80 centímetros de longitud; se extiende generalmente a lo largo de las piernas y pies. 

Luego, de forma dolorosa, causa una sensación de ardor y cuando esto sucede, la madre arroja su nidada de larvas al agua, donde el ciclo comienza nuevamente. El proceso de eliminación del parásito del cuerpo puede tardar varias semanas y la persona queda expuesta a muchas infecciones. 

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En el caso reportado, el hombre de 23 años fue hospitalizado cuando sufría abscesos en sus piernas y luego en sus brazos. Además, tuvo fatiga y dolor durante muchos días, informó Saigon. 

Además, los cirujanos han eliminado cinco gusanos intestinales extraños con una longitud de 30-60 centímetros, agregó el mismo medio. 

La fecha de extinción de este parásito estaba prevista para 2020, pero la OMS la corrió para el 2030 recientemente, según Nature.

El gusano de Guinea se encontraba comúnmente en áreas tropicales y subtropicales de África y Asia en 1980, e infectaba a millones de personas en África anualmente. Sin embargo, con un programa de erradicación se ha combatido y ahora solo pocos casos se presentan generalmente en el continente africano, concluyó Gizmodo.