Un encuentro fortuito, un pasado que resurge y la fragilidad de las relaciones humanas conforman la trama de “Las despedidas”, la última novela del escritor español Jacobo Bergareche.
Hay personas que nos permiten imaginarnos otra vida y otro yo – Jacobo Bergareche.
Jacobo Bergareche (Londres, 1976) es un escritor y guionista español; abandonó los estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense para estudiar Literature and Writing, en Emerson College (Boston). Gracias a ese descubrimiento de su verdadera pasión – el arte literario – ha ganado reconocimiento internacional por sus novelas, cuentos, poemas, obras de teatro y guiones.
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Entre sus obras más destacadas se encuentran el poemario “Playas” (2004), la obra de teatro “Coma” (2015), la colección de libros infantiles “Aventuras en Bodytown” (2017), el ensayo autobiográfico “Estaciones de regreso” (Círculo de Tiza, 2019),”Los días perfectos” (Libros del Asteroide, 2021), mención especial del European Union Prize por Literature, traducida a más de 10 idiomas, y “Un asunto de familia”. Actualmente reside en Madrid con su esposa y sus tres hijas.
Tuve la oportunidad de leer “Las Despedidas” (Libros del Asteroide, 2023), el libro que hoy reseñamos, en audiolibro narrado en la voz del mismo autor, una voz intensa que atrapa desde el primer capítulo. Leer libros en la voz de sus propios autores – ya me había pasado con Rosa Montero leyendo “El peligro de estar cuerda” (Seix Barral, 2022) y con Camila Sossa leyendo “Las malas” (Tusquets, 2019) – es una experiencia alucinante. Días después, el libro fue seleccionado para nuestro club mensual de lectura, y al leerlo, también en físico, descubrí otras emociones, siempre cercanas, y otras perspectivas del libro, tanto a nivel individual como colectivo.
“Las Despedidas” nos cuenta la historia de Diego y Claudia, una pareja económicamente solvente y aparentemente feliz. Se encuentran ultimando los detalles para la inauguración de su nueva casa en la isla de Menorca. Sin embargo, la tranquilidad de sus preparativos se ve abruptamente interrumpida por un encuentro inesperado. Diego reconoce en una terraza a una mujer – cuyo nombre nunca conoció – con la que tuvo un fugaz romance años atrás en Estados Unidos, en un festival hippie. Este encuentro fortuito lo sumerge en una ola de recuerdos y cuestionamientos sobre su presente y su futuro.
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A medida que la historia avanza, Bergareche nos lleva a través de dos líneas temporales: la actualidad en Menorca y los días del apasionado romance de Diego en Nueva York. A través de estas dos narrativas paralelas, el autor explora temas como el duelo, la pérdida, la culpa, la infidelidad, la enfermedad, el paso del tiempo, la música, la búsqueda de la felicidad y hasta la música y su influencia en nuestras vidas.
Diego, el protagonista masculino, es un hombre que se encuentra en una encrucijada de su vida. Aparenta tenerlo todo: una esposa adecuada, dos hijos y una vida estable. Sin embargo, el reencuentro con su antiguo amor lo hace cuestionar la superficialidad de su existencia y lo lleva a replantearse sus prioridades. Claudia, por su parte, es una mujer inteligente y en extremo rígida y racional. Su lucha por mantener la unidad familiar y el statu quo se convierte en uno de los ejes de la novela.
El presente, con un barco y un mar de fondo, con un adolescente que lo detona todo, con la música que flota en el aire, con la champaña que todo lo acompaña generosamente, se convierte en escenas cinematográficas que transportan al lector, a través de las audaces y sentidas reflexiones de los personajes, a un pasado nostálgico en el que la sanación emocional de las pérdidas tiene un lugar especial e inolvidable.
“Las despedidas” es una novela que nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de las relaciones humanas, el paso del tiempo y la importancia de vivir el presente con intensidad. A través de una historia conmovedora y personajes complejos, Bergareche nos recuerda que el pasado siempre está presente, y que las decisiones que tomamos hoy pueden tener un impacto profundo en nuestro futuro.
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La prosa de Bergareche es elegante y fluida, con un profundo conocimiento de la naturaleza humana, y una marcada atención a los detalles. Su estilo narrativo se caracteriza por la introspección sicológica, sencilla y sentida, y la exploración de las emociones humanas. En “Las despedidas”, se pueden encontrar ecos de autores como Alice Munro, John Cheever y Richard Ford, quienes también han destacado por su habilidad para retratar la complejidad de las relaciones humanas.
Bergareche ha comentado en entrevistas que el proceso de creación de “Las despedidas” fue largo y complejo. La idea inicial para la novela surgió de una experiencia personal, la muerte de su hermano, que es explorada por el autor en “Estaciones de regreso”; su ensayo autobiográfico. Pero Bergareche tardó varios años en darle forma y encontrar la voz narrativa adecuada.
Por último un elemento central en las obras de Bergareche – de las cuales también tuve la oportunidad de leer “Los días perfectos”, otra novela que transcurre entre el presente y el pasado – es la música. En palabras de él mismo: “Hoy día toda relación tiene su banda sonora, o aspira a tenerla. Hay canciones que se convierten en el tema principal de esa primera etapa en que el amor se vive aún como una película, nos esmeramos en encontrar esa canción que podamos llamar nuestra canción, aquella capaz de atrapar el espíritu de ese tiempo y retenerlo, como una gota de resina sobre la que se posa una mariposa”.
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Jacobo Bergareche nos entrega una novela que nos atrapa desde la primera página y nos invita a reflexionar sobre temas universales como el amor, la pérdida y la búsqueda de la felicidad. Con un final inolvidable y emotivo, “Las despedidas” es una obra que sin duda permanecerá en la memoria y en el corazón de los lectores mucho tiempo después de haberla terminado, como un nudo silencioso sin desatar en la garganta. Porque las despedidas son una agonía, y nadie nos ha enseñado, y por lo tanto, no sabemos despedirnos, ni siquiera de una de nuestras mejores lecturas.
*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.
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