Giovanni Papini (1881-1956) fue un escritor, periodista, poeta, ensayista y crítico literario italiano, polémico y provocador, del cual poco se habla hoy en día. Redescubrirlo es una labor en la que anda Storytel, la plataforma de audiolibros. Empecé leyendo 2 cuentos de Papini, “El suicida sustituto” y “Quién eres”, y francamente fueron tan buenos, que empecé a explorar su obra completa y me hallé con la que otros más expertos que yo, dicen que es su mejor novela: “Gog”
Considerado una de las figuras más controvertidas de la literatura del siglo XX en Italia, Papini es conocido tanto por su brillante capacidad literaria como por los giros ideológicos extremos que marcaron su vida y carrera. Su obra abarca desde el nihilismo y la crítica feroz de la modernidad hasta un misticismo religioso profundo tras su conversión al catolicismo.
Nació en Florencia, en una familia modesta, y fue un autodidacta voraz. Desde joven, Papini se sintió atraído por las ideas filosóficas, la literatura y la ciencia, aunque nunca se adscribió por completo a una corriente particular. A lo largo de su vida, fluctuó entre el escepticismo, el racionalismo y el misticismo.
Papini fue, en sus inicios, un iconoclasta. En su juventud, fundó la revista “Leonardo”, donde promovió ideas futuristas y atacó a las instituciones culturales establecidas, desafiando la tradición literaria italiana. Su libro “Un hombre acabado” (1913) es una obra autobiográfica, cargada de desencanto con la sociedad, donde narra su propia lucha interior y su renuncia al optimismo sobre el progreso humano.
Uno de los aspectos más exóticos de su vida fue su giro desde el nihilismo y el ateísmo hacia el catolicismo. Tras una crisis espiritual, Papini experimentó una conversión religiosa que influyó profundamente en su obra posterior. A lo largo de su vida, Papini fue un personaje excéntrico al que, aún hoy en día es muy difícil encasillar.
Y me refiero de forma breve a su vida, porque mucho de ella encontraremos en su obra. De hecho, su propia biografía refleja muchos de los rasgos que atribuye a Gog el protagonista y narrador,: la búsqueda insaciable de respuestas, la insatisfacción con el mundo moderno y el deseo de trascendencia.
Publicó “Gog” en 1931, durante un periodo tumultuoso de entreguerras, un tiempo marcado por crisis económicas y tensiones políticas que redefinían el panorama mundial. Papini, que ya había explorado temas de crítica social y filosófica en sus obras anteriores, utilizó “Gog” como un vehículo para expresar sus ideas sobre el estado de la humanidad, la civilización y las contradicciones del progreso, creando relatos distópicos, unas veces, futuristas y de ciencia ficción, otras.
“Gog” es quizás la obra más peculiar de Papini. Estructurada como una serie de relatos cortos, es la “autobiografía ficticia” de un millonario excéntrico que viaja por el mundo encontrándose con filósofos, científicos, artistas y dictadores, ofreciendo una crítica satírica a la sociedad moderna. El personaje de Gog, de origen indeterminado pero con vastos recursos económicos, encarna el desprecio hacia la cultura materialista y la racionalidad excesiva del mundo contemporáneo. Gog es una figura ficticia desencantada y hastiada por el exceso de poder y riqueza, lo que le permite un acceso ilimitado a personajes influyentes y una visión privilegiada de los males de la sociedad. Gog recoge en su diario una serie de encuentros, aventuras y reflexiones que constituyen los distintos capítulos del libro. Este formato episódico, casi surrealista, le permitió a Papini abordar una amplia gama de temas, desde la crítica a la política hasta reflexiones filosóficas sobre el sentido de la vida.
Papini fue profundamente influenciado por los eventos que sacudían el mundo en su época. El auge del capitalismo, la acelerada industrialización y las tensiones sociales parecían, para él, empujar a la humanidad hacia un abismo de deshumanización. Gog, el protagonista, es una representación de las élites que Papini critica: hombres sin raíces ni valores, que han perdido su humanidad en medio de un frenesí por el poder y la riqueza.
Además, Papini utiliza su obra para lanzar dardos contra figuras clave de la ciencia, la cultura y la religión. A través de los encuentros de Gog con filósofos, inventores, políticos y empresarios, el autor desnuda la frivolidad y la superficialidad de quienes pretenden guiar el destino de la humanidad. Este tono crítico y muchas veces satírico refleja el propio desencanto del autor con la realidad que observaba.
El estilo de Papini en “Gog” es afilado, fragmentado y provocador. Los capítulos, que se suceden como episodios sueltos, en los que el lector sigue las travesías de Gog, reflejan, en muchos sentidos, el caos y la fragmentación de la sociedad contemporánea, en la que cada aspecto de la vida parece desconectado de los demás. Cada capítulo funciona como una sátira independiente, cargada de ironía y con toques de humor negro, que obliga al lector a cuestionar la realidad que lo rodea. Y, en muchos casos, a buscar si los personajes a los que se refiere existieron o no en la vida real (y sí, muchos existieron…)
Papini también juega con la narrativa en primera persona a través de un diario, creando una sensación de intimidad que contrasta con la enorme distancia emocional y moral que separa al protagonista de los asuntos de los “simples mortales”. Esta distancia emocional subraya la crítica de Papini al vacío existencial del hombre moderno, alguien que ha perdido su capacidad de conexión genuina en favor del materialismo y el poder.
Gog es una amalgama de las obsesiones de Papini, entre las cuales destaca el poder absoluto, el deseo coleccionista de los millonarios (hay que leer los relatos sobre las colecciones de gigantes y de líderes religiosos), las excentricidades del poder (el relato sobre la compra de una isla y el de la subasta de los países son sensacionales), la decadencia de la civilización, la locura del progreso científico y tecnológico (el relato sobre el cronomicrón es excelente), la reflexiòn sobre la escasez de recursos vs. el crecimiento demográfico – relatos muy influenciados por las teorías de Malthus y Darwin -, la vida extraterrestre, el escepticismo, la capacidad del hombre para ser verdaderamente feliz, todo ello refuerza la naturaleza insólita y fantasiosa de la novela.
En “Gog”, Papini no solo critica a las figuras contemporáneas, sino que también se enfrenta a las corrientes filosóficas y artísticas de su tiempo, como el pragmatismo y el positivismo. Por ello “Gog” fue recibido con sentimientos encontrados. Mientras que algunos admiraban la originalidad de su estilo y su audaz crítica de la civilización moderna, otros lo acusaron de ser cínico y despectivo hacia el progreso humano. El personaje de Gog, que observa el mundo con indiferencia y desprecio, fue visto como un reflejo de los sentimientos de Papini hacia la sociedad de su tiempo.
Aunque “Gog” fue escrito hace casi un siglo, su relevancia en la sociedad actual es innegable. La crítica que Papini lanza hacia el capitalismo, la ciencia deshumanizada y el individualismo exacerbado sigue resonando en un mundo que ha experimentado crisis financieras globales, un abismo creciente entre ricos y pobres, y la alienación digital.
Hoy, como en la época de Papini, las élites económicas y políticas continúan ejerciendo un control desmedido sobre el destino de las sociedades. La figura de Gog, con su apatía y su incapacidad para encontrar satisfacción en ningún aspecto de la vida, podría verse reflejada en los multimillonarios actuales, envueltos en debates sobre sus responsabilidades sociales y la ética de la acumulación de riqueza.
En un mundo cada vez más interconectado, pero al mismo tiempo más fragmentado, las preguntas sobre lo que constituye el verdadero avance de la humanidad y sobre cómo encontramos sentido en una realidad cada vez más acelerada siguen siendo fundamentales.
Después de haber leído el libro, esto convencida de que “Gog” es un libro absolutamente relevante como un testimonio de las tensiones de la modernidad en un mundo cada vez más dominado por la tecnología y el poder económico.
Así pues, no dejen de descubrir a Papini: “Gog”, sin duda alguna, es una lectura provocadora y necesaria para cualquier lector interesado en explorar las fallas del mundo moderno y el papel del individuo dentro de él.
*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.
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