Te invito a festejar la navidad y la victoria de ser una talla menos antes de terminar el año.

La celebración navideña suele dejarnos varios kilos extra, un montón de arrepentimiento por comer en exceso y, nuevamente, la promesa de empezar a hacer dieta y ejercicio el año entrante. Sin embargo, este típico panorama puede cambiar si haces unos pequeños ajustes en tu rutina.

Todo depende de la forma en la que veas las cosas. Puedes pensar que ya es demasiado tarde como para empezar algo que debiste iniciar hace 330 días y cancelar la vigencia de tu promesa antes de tiempo, o también puedes ver que aún no ha expirado y que tienes 35 días para cumplir ese compromiso que has postergado durante casi un año. Yo le apuesto a lo segundo porque 35 días de cambios en tus hábitos te permitirán ver y sentir una mejor versión de ti.

Estas son mis 6 tácticas para lograr celebrar un diciembre tan feliz como equilibrado:

1. No al sedentarismo

En una época cargada de festejos que giran en torno a una mesa repleta de comida necesitas empezar a planear la manera en la que ‘gastarás’ las calorías extras que vas a ingerir y la manera más eficaz para hacerlo es moviendo tu cuerpo. Métete en la cabeza que hacer ejercicio es indispensable para no acumular, en nuestro organismo, los excesos de la gastronomía decembrina. “El ejercicio es vital para mantener un balance entre el ingreso y ‘egreso’ calórico”, dice Luis Miguel Martínez Bejarano, especialista en nutrición deportiva y clínica.

Además, diciembre es una época en la que entrenadores personalizados y gimnasios ofertan planes promocionales de los que te puedes beneficiar ahorrando dinero. Si prefieres algo más privado, también puedes recurrir a las rutinas en casa. En mi próxima columna te invitaré a un reto de 20 días de ejercicio y alimentación para bajar de peso antes de que termine el año.

2. Cuenta, come y celebra

Aunque hay quienes consideran que debemos dejar de sumar y restar calorías para mantenernos en forma, soy de las que piensa que las cuentas sí son necesarias cuando pretendemos perder peso. Lo importante es aprender a hacerlo con responsabilidad y sin obsesionarse porque en el equilibrio radica el éxito.

Si quieres iniciar una alimentación más consciente para mejorar tu salud y alcanzar tu talla ideal, te invito que leas: Cinco ‘atajos’ para perder peso sin fracasos.

En esta búsqueda del balance nutricional es indispensable aprender a sustituir nuestras comidas favoritas por sus versiones más sanas, incluyendo los ‘snacks’ navideños. En Lo Amé Healthy Market tenemos diversos menús para comer sin culpas.

3. El hambre, pésimo acompañante

Eso de “Hoy no como nada para poder hacerlo esta noche” es la peor estrategia si quieres cuidarte. ‘Matar’ de hambre a tu organismo para luego ponerlo frente a toneladas de comida es ocasionar un atracón seguro.

La mejor forma de asegurar control para no picar desenfrenadamente durante las celebraciones es estar saciados. Para lograrlo, según Martínez Bejarano, se deben incrementar las proteínas de alto valor biológico como lo son el pollo, el pavo, el pescado, el cerdo y las carnes rojas magras, el huevo y los quesos bajos en grasa como el ricota o requesón. “Estos alimentos producen saciedad por el efecto térmico de las proteínas a nivel del sistema digestivo, generando una termogénesis más alta que las dadas por los carbohidratos y las grasas”, afirma.

4. Los permisos son selectivos, no desmedidos

Elige con qué te vas a ‘desordenar’, hazlo solo una vez a la semana y no te des el permiso de repetir porciones. Es muy delgada la línea entre tu ‘día flexible’ (en la dieta) y un día de atracones y de antojos desbordados. Planea ese ‘día libre’ y ten claro que el permiso tiene limitaciones de cantidad. Un alimento ‘rompe dieta’ en tu desayuno y almuerzo, en mi opinión, es lo ideal. Más de eso es caer en excesos.

5. El licor cuenta, suma sus calorías

Para empezar, el alcohol es una sustancia tóxica, tiene 7 calorías por gramo y hace que el metabolismo se ponga lento. Estas características, de entrada, van en contravía con un plan saludable. Sin embargo, el licor hace parte de las celebraciones y, si te gusta, aprende a tomarlo haciendo estos pequeños ajustes:

– El día que elijas tomar, omite las harinas, los dulces y las grasas y aumenta el consumo de proteína y vegetales para mantener un equilibrio en tu ingesta. Es decir, o te desordenas con el licor o con la comida, pero nunca con ambas a la vez.

– Evita los cócteles hechos con bases dulces como los refrescos, jarabes y gaseosas. Ahora bien, si definitivamente necesitas mezclar tu trago hazlo con soda sin azúcar y si te hace falta ese toque dulce recurre a las gotas de estevia. Cargar un frasquito en la cartera es un ‘as de salvación’ dentro un estilo de vida saludable.

6. Que no falte el agua, por favor

Mantener un hábito de hidratación saludable tiene múltiplos beneficios y, a su vez, nos ayuda a disminuir el riesgo de comer por antojo. Según la recomendación de los especialistas, debemos beber entre 6 y 8 vasos de agua pura, pero para quienes no sienten empatía con este líquido existen otras alternativas como, por ejemplo, las infusiones con hierbas, flores, vegetales y frutas: Jamaica, tilo, manzanilla, toronjil, pepino, apio, piña, etc.

Tú eres tu mejor regalo. Cuídate, no te postergues más. Anímate a verte mejor y rétate hasta lograr esa transformación.

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