Al menos 200 de los 278 empleados a los que Viva Air les propuso el martes que renunciaran voluntariamente a la empresa, a cambio de un bono especial, aceptaron acogerse al plan de retiro que les ofreció la aerolínea.

La cifra fue confirmada por el nuevo presidente de la aerolínea, Francisco Lalinde, quien asumió el cargo luego de que su antecesor, Félix Antelo, renunciara en medio de la compleja situación económica que atraviesa Viva desde agosto de 2022, cuando se hizo la primera propuesta de unión con Avianca.

Los empleados que aceptaron la bonificación lo hicieron incluso después de que Daniel Gallo, presidente del Sindicato de Trabajadores del Transporte Aéreo Colombiano, les pidiera a los trabajadores que no cedieran ante la presión de la empresa y aguantaran hasta que pasara la coyuntura.

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“Una salida voluntaria no nos gusta, no queremos eso. Queremos que todos permanezcan en su trabajo y por eso pedimos al Gobierno nacional que agilice la integración o que dé una respuesta que salve a Viva”, dijo Gallo en la noche del miércoles, cuando se conoció en medios de comunicación la propuesta de la aerolínea a sus empleados.

Precisamente, el bienestar de los trabajadores ha sido el discurso que ha manejado en las últimas horas la aerolínea para justificar por qué tomó la decisión de cerrar sus operaciones a nivel nacional e internacional en la noche del lunes 27 de febrero, dejando a más de 1 millón de usuarios afectados con sus vuelos.

Esa determinación, según versiones, se hizo como una manera de presionar a la Aeronáutica Civil para que tomara una decisión con respecto a la unión entre Avianca y Viva.

“Dada la falta de respuesta oportuna por parte de la Aerocivil y en medio de esta situación que ha llevado a una reducción importante de la flota, la empresa ha decidido brindar a los empleados la opción de acogerse a un plan voluntario de retiro, lo cual significa recibir el pago de todas las acreencias laborales causadas a la fecha, más un bono de retiro (mutuo acuerdo)”, decía el comunicado emitido por Viva en las últimas horas.

La aerolínea Viva tiene cerca de 5.000 empleados, de los que la mayoría están ubicados en la sede principal de la compañía que queda en Rionegro.

Cabe recordar que el viernes de la semana pasada los trabajadores de la aerolínea hicieron una protesta pacífica en la glorieta del aeropuerto José María Córdova, en la que pedían soluciones a la problemática que estaba pasando la empresa.