La grabación la difundió en Twitter la escritora Carolina Sanín, este jueves, con un mensaje en el que asegura que está “comprobado” el “clasismo y la xenofobia” en varias partes de Bogotá.

“En las calles recién privatizadas de Bogotá impiden el acceso según la pinta”, escribió Sanín, pues en el video se ve a un hombre joven que carga en sus brazos a una niña, al parecer en la Zona Rosa, y que se identifica como venezolano.

Junto a él, otra menor espera que les permitan cruzar por una calle que está cerrada con vallas, mientras que la mujer que graba pregunta a un hombre que está allí cuál es la razón para no permitirles el paso a estas personas.

“Son de los que piden en las calles y molestan a la gente acá en los restaurantes”, asegura el hombre, que se retira de allí al ver que lo están grabando para hacer la denuncia.

“Vea, señora, si tiene alguna queja vaya a Secretaría de Salud y con la alcaldesa”, agrega, mientras la mujer lo sigue para que aclare por qué no dejan pasar al ciudadano extranjero con las niñas por esa zona.

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Como no encontró quién le dé respuesta, Sanín copió en el trino a la alcaldesa Claudia López y a su secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, y dijo que van “a tumbar esas vallas, porque esto es inaceptable”.

Empleados de restaurantes fungiendo como ‘parapolicía’ y administrando las calles de todos. Esto es inconstitucional además de ser extremadamente ruin”, comentó la escritora.

Cierre de calles en Zona Rosa de Bogotá para el comercio

Hasta el momento no se conoce qué pasó con el hombre y las dos niñas, pero lo cierto es que este encerramiento de calles en la Zona Rosa obedece a un proyecto que adelanta el IDU en el espacio público para la “generación de empleo y calidad de vida”, según este comunicado de la Alcaldía.

“Esta es una de las obras que más aporta a la reactivación de la economía y el empleo. Ya hemos entregado varias plazoletas y estamos avanzando en la aprobación de los permisos para que los comerciantes puedan usar estos espacios públicos para atender a los ciudadanos”, señaló el director del IDU, Diego Sánchez, durante una visita a la obra el pasado 28 de octubre.

Este caso se conoce en medio de la alerta que lanzaron las autoridades desde Bucaramanga por el incremento de ciudadanos venezolanos que usan a los niños para la mendicidad, aunque hay que aclarar que en esta situación puntual no quedó claro si el hombre estaba pidiendo ayudas o, simplemente, quería cruzar por allí.