Una completa odisea vivieron los conductores que se movilizaron durante Semana Santa en la vía Bogotá–Ubaté–Chiquinquirá a cuenta de varias situaciones que impidieron una movilidad fluida a lo largo del corredor.

Desde el primer día festivo, algunos conductores se quejaron del tráfico lento que aumentó el tiempo de su desplazamiento. “Rumbo a Ráquira (…) en un trayecto que era de dos horas y media. No hemos llegado a Ubaté y ya llevamos casi tres horas. Recomendación: no salgan por estos lados”, fue el mensajes de Lorena Márquez, una de las usuarias de la vía, a la altura del sector de Tausa.

Otra de las quejas se centró en el peaje de Casablanca debido a los eternos represamientos debido al paso por la caseta. “Tremendo trancón antes el peaje de Casablanca, vía Zipaquirá-Ubaté. Pocas personas para recibir pago del peaje. ¡Dejen avanzar sin pagar! Por inoperancia”, manifestó Jaime Ortegón, otros de los conductores sofocados con las largas filas de vehículos.

Leonardo Rojas precisó: “A está hora la carretera Zipaquirá-Ubaté totalmente colapsada y son tan descarados de cobrar peaje. Como no es Antioquia no se puede gestionar una doble calzada”.

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Pero el aspecto que más recibió críticas fueron los reductores de velocidad instalados a lo largo de la vía. Y es que, solo por la variante de Ubaté, hay más de cinco puntos en menos de seis kilómetros, lo que impide una fluida movilidad y por ende, más trancones.

“Un aplauso para el ingeniero de la concesión vía Chiquinquirá-Ubaté por los bellos reductores que mando colocar, en especial los de la entrada a Ubaté. Tienen la vía colapsada. Gracias, campeones”, fue el mensaje de Iván Martínez.

Otro conductor fue más allá e indicó que en el tramo de Capellanía a Ubaté, que en un día festivo no pasaba de una hora, el tiempo se duplicó. “Es una bestialidad la que hizo la concesión, que mandó colocar esos reductores. Cada rato hay choques. Por eso hoy, en pleno plan retorno, dos horas de Capellanía a Ubaté”.

Lo cierto es que aún no se conoce las razones que llevaron a la instalación de los reductores. Lo cierto es que la paciencia de los usuarios de esta vía es puesta a prueba cada vez que transitan por aquí.