Pese a que el Gobierno ha señalado a las disidencias de las Farc, y demás grupos al margen de la ley que operarían en esa zona de la Orinoquía colombiana, como responsables de los incendios que consumieron parte de la Serranía de La Macarena y Caño Cristales en los últimos días, otras voces plantearían interrogantes sobre posibles intereses detrás de las conflagraciones.

2 de esas versiones son recogidas por El Espectador y plantearían las siguientes dudas:

1. De acuerdo con altos “funcionarios cercanos al proceso”, citados por el periódico, a las disidencias que son señaladas por el Gobierno no les conviene que se dañe la capa vegetal “que les ha servido de escondite en esta zona del país”, por lo cual, según esa fuente, “es muy poco probable” que esos grupos delincuenciales tengan responsabilidad en los incendios.

2. “Al primero que investigaría sería a los que tienen interés en explotar la zona”, le dijo “una fuente de un organismo de control” al rotativo, que relacionó esta pesquisa con lo dicho por la Procuraduría el sábado en la noche.

El ministerio público había calificado la conflagración como un “perverso método” para “degradar categorías de protección ambiental”  y así conseguir licencias de uso, es decir, indicó el periódico, “que el Estado se vuelva más laxo con, por ejemplo, los permisos de explotación minera en la zona”.

Esta versión fue respaldada y ampliada por el exministro de Ambiente Manuel Rodríguez, quien en Noticias Caracol acusó de este “ecocidio” a “manos criminales, disidencias mezcladas con coqueros, mezcladas con empresarios criminales que buscan sembrar coca, abrir tierras para la ganadería, para que el ganado paste gratis en los parque nacionales”.

Según el exministro, lo que se busca con estos incendios es “degradar las tierras para que el día de mañana diga el Gobierno que eso ya no es más área protegida”.

El exfuncionario llamó la atención sobre la necesidad de proteger a los campesinos que habitan esa región desde hace muchos años y, así mismo, aseveró que “con frecuencia tratan de utilizarlos para decir que es un problema de los campesinos. Ellos no están deforestando miles de hectáreas, claramente son manos criminales”.

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Cabe recordar que el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, ha sido enfático en acusar de los citados incendios a las disidencias de las Farc, que, a su juicio, “están deforestando para sembrar coca, para seguir matando, para seguir acabando con el medio ambiente”.

En ese mismo sentido, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez se pronunció, este domingo, reforzando las palabras de Trujillo.

“Los infames incendios en la Serranía de la Macarena, que durante 8 días han consumido, según la Ungrd, cerca de 220 hectáreas de vegetación, solo pueden ser atribuidos a la mano criminal de grupos al margen de la ley, que pretenden explotar estos territorios sembrando coca, y acabando con nuestros bosques, nuestras reservas y nuestra vida como nación ambiental, turística y sostenible”, expresó la vicepresidenta en declaraciones recogidas por W Radio.