La temporada de lluvias que afronta el país ha sido especialmente fuerte en el norte del país. La ruptura de un dique que protegía al municipio de San Martín de Loba (Bolívar) del río Magdalena, el cierre de playas en Cartagena y el colapso de vías y techos en el centro de la capital bolivarense, son algunas evidencias de la complejidad de la ola invernal en esa región.

Para atender las emergencias causadas las inundaciones y las fuertes lluvias del fin de semana, no solo en Bolívar sino también en el departamento del Atlántico, el ministro del Interior, Alfonso Prada, instaló un puesto de mando unificado (PMU) desde el que se emitirán las instrucciones para atender las afectaciones y que será liderado por la primera dama Verónica Alcocer.

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Prada y la comitiva del Gobierno Petro llegaron a Cartagena en la noche del lunes, donde fueron recibidos por el alcalde de Cartagena, William Dau; la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera; y el gobernador de Bolívar, Vicente Blel.

Además de Prada y Alcocer, en el PMU estarán presentes la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, quien cuenta con funciones presidenciales debido al viaje del presidente Gustavo Petro a la COP27 en Egipto; la directora del Departamento de la Prosperidad Social (DPS), Cielo Rusinque; y el Director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Javier Pava.

La tarea de la delegación gubernamental es acordar con los mandatarios de Atlántico y Bolívar y los directores de los organismos de socorro las tareas para mitigar las consecuencias de las lluvias y las medidas de contingencia a aplicar en estas dos regiones de la Costa Caribe colombiana.

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Entre tanto, los organismos de socorro (UNGRD, Fuerza Aérea Colombiana, Cruz Roja Colombiana y Defensa Civil), anunciaron avances en el censo de damnificados para así definir las ayudas humanitarias que cada comunidad requiere y para las que el presidente Gustavo Petro anunció la destinación de 2,1 billones de pesos.

Según dijo el presidente Petro desde Egipto, el dinero será destinado “para atender lo urgente, que es comida, salud para las personas afectadas y lugares donde reubicarse en las zonas de inundación”. Y es que, de acuerdo con el mandatario, esta ola invernal que inició hace poco más de un año es según la más grave de los últimos 40 años en términos de caída de agua.

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Lo más complejo es que, de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en el mes noviembre se intensificarán las lluvias en todo el país, en especial en la región Amazónica, el norte de la región Pacífica, el centro y sur de la Caribe y algunos puntos del océano Pacífico y el mar Caribe.