La sorpresiva actitud del senador del Centro Democrático por Casanare Alirio Barrera, que llegó en su caballo Pasaporte al recinto del Senado, despertó palmas y chiflidos. Y, quizás, el primero en aplaudirse fue él mismo, que no vio ningún problema en llegar a horcajadas al recinto más representativo de la democracia en Colombia.

Según Barrera, lo hizo aplicando la licencia que anunció en días anteriores el presidente del Senado, Roy Barreras, en el sentido de que ese lugar es ‘pet friendly’ (amigable con los animales). Después de aproximarse montado sobre el animal, el político se bajó y lo entró al Congreso de la República llevándolo por las riendas y haciéndolo subir por unas escaleras. Era evidente la dificultad del equino para superar ese obstáculo.

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Ataviado con sombrero y ruana, a la usanza de la región que representa, Barrera ingresó orgulloso. Sabía que iba a atraer la lente de las cámaras como en pocas ocasiones. Quizás en Casanare, en donde los caballos son fundamentales y hacen parte vital de idiosincrasia llanera, sea normal entrar a todas partes cabalgando.

Esa fue la manera que encontró Barrera para decirle al país urbano y central que hay “otra Colombia”. Pero el caballo era el que llevaba el mensaje, no el senador. Y eso despertó comentarios este miércoles, sobre todo entre periodistas, cuyas opiniones también le recuerdan a Barreas que hay otras maneras de decir las cosas.

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Por ejemplo, en el informativo ‘6AM Hoy por hoy’, de Caracol Radio, se dio una conversación entre los integrantes de la mesa que refleja el sentir del otro país que no ve Barrera.

Gustavo Gómez, director del espacio noticioso, empezó por recordar al despiadado emperador romano Gaius Julius Caesar Augustus Germanicus, más conocido como Calígula, que tenía un caballo llamado Incitatus, al que metía también al Senado y hasta quería nombrarlo cónsul.

—Vamos caminando como por ahí, o no, Gustavo —dijo Diana Giraldo—. Ya estamos que el caballo… Los lagartos y eso siempre han estado en el Congreso. Pero lo del caballo ya se sale de todo.

—Lo que pasa es que estamos en animales domésticos, mascotas —respondió Gómez—. El caballo puede ser para algunas personas un animal doméstico porque viven en una finca, pero realmente no es un animal doméstico.

—Es un animal de trabajo, de compañía —agregó Juan Fraile, otro de los periodistas de ese equipo, en tono decepcionado—. No, una payasada lo del senador Alirio. Con todo el respeto, pero la verdad sí se pasó tres cuadras. ¿Llegar con un caballo al Congreso de la República, hombre?

—Además, todo lo que sufrió el caballo para ser trasladado de la finca al Congreso. ¿Eso no es maltrato animal? —se preguntó Giraldo.

—Eso de entrar a recintos cerrados a caballo tiene una cierta estética traqueta, para decirlo como es, Vanessa —agregó Gómez, invitando a la conversación a Vanessa de la Torre.

Tiene una estética mafiosa, horrible —respondió la periodista—. Es maltrato animal. Eso lo que está diciendo es que el Congreso lo que tiene que volverse es más ‘human friendly’ no ‘animal friendly’.

En otra emisora, W Radio, Julio Sánchez Cristo fue más indulgente con el senador: “Ya meterle caballo resulta no menos que exótico”.