Para los concejales Diana Marcela Diago, Andrés Eduardo Forero, Jorge Luis Colmenares, Humberto Amín y Óscar Jaime Ramírez, ya se acabó el “compás de espera” que le habían dado a Claudia López desde cuando comenzó su gestión, hace ocho meses.

“Durante este tiempo hemos visto con creciente preocupación el carácter errático e improvisado de las decisiones del gobierno distrital”, dicen los concejales en un comunicado conjunto. “En menos de un año Claudia López ha incumplido numerosas promesas de campaña”.

Los cinco cabildantes uribistas le reprochan a López algo que la ha marcado desde el inicio de su gobierno. Aseguran que “su nostalgia por su ejercicio senatorial” la ha hecho “privilegiar las declaraciones altisonantes sobre temas de interés nacional por encima de la resolución de los problemas concretos que hoy afectan a los bogotanos”.

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El primer dato del que echan mano como argumento para soportar su decisión es el de la palpable inseguridad en la ciudad. “Mientras que durante el primer semestre en el resto del país los homicidios bajaron un 13 %, en Bogotá, a pesar de casi 3 meses de cuarentena [por el coronavirus], aumentaron un 2 % y el hurto a bicicletas se disparó alcanzando un incremento del 20 %”.

“Hoy, triste es decirlo, el miedo se ha apoderado de los bogotanos y la alcaldesa, siempre presta a pronunciarse sobre situaciones luctuosas en otras regiones del país, guarda un estridente silencio ante los hechos violentos que se presentan diariamente en la ciudad”, dice en otro de sus apartes el comunicado.

También le critican a López que “no aprovechó la cuarentena para fortalecer decididamente” la red hospitalaria de la ciudad.

Más bien, le dan todo el crédito al Gobierno Nacional, pues, según ellos, si no fuera porque la administración de Iván Duque entregó “oportunamente” a la ciudad, entre junio y julio, 730 ventiladores “y logró destrabar la exportación de los apenas 140 comprados tardíamente por el Distrito en Argentina, Bogotá no hubiera contado con las Unidades de Cuidados Intensivos suficientes para enfrentar el pico de la pandemia”.

Consideran, asimismo, “preocupante” el plano económico de la ciudad y rotulan como “persecución” y “estigmatización” la actitud de la alcaldesa López para con distintos sectores económicos de la capital durante la pandemia, como Fenalco, Corabastos y Acodres.

La “persecución” y “estigmatización” tienen a la ciudad “al borde de la más grave crisis social y económica de la que se tenga memoria”, sostienen Diago, Forero, Colmenares, Amín y Ramírez. “Miles de pequeñas y medianas empresas están cerrando y cientos de miles de bogotanos están perdiendo sus empleos y la respuesta de la administración distrital es presentar al Concejo […] una reforma encubierta —Plan Marshal— […], cuyos pocos incentivos solo se harán efectivos en 2021”.

“¡Qué caras le han salido a la ciudad las salidas en falso de Claudia López!”, lamentan los concejales. “¡Si las cosas siguen como van corremos el riesgo de ver destruido en cuestión de meses lo que los bogotanos tardamos décadas en construir!”.

Este es el comunicado de la bancada del Centro Democrático en el Concejo de Bogotá:

El secretario de gobierno de la ciudad, Luis Ernesto Gómez, respondió en Twitter que la administración distrital respeta la decisión de la bancada uribista y que la alcaldía brindará “todas las garantías para su ejercicio democrático”: