Esta semana la aplicación Uber anunció su llegada a Villavicencio con un nuevo modelo de arrendamiento denominado ‘Uber Acuerdo’, con el cual usuarios y arrendadores pueden negociar y acordar el valor del trayecto.
El nuevo modelo de transporte cayó bien entre los usuarios del servicio público en la ciudad, ya que para muchos “el servicio que prestan los taxis en Villavicencio es de mala calidad”.
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Y es que a pesar de que hay más de 4.500 vehículos de este tipo rodando en las calles de la capital del Meta, “cuando llueve no se consigue un servicio, las empresas no responden, los conductores son agresivos manejando y sus carros no están en las mejores condiciones para prestar el servicio”, por lo que ven en Uber una alternativa de transporte que se acomoda a lo que ellos están buscando.
Ante este panorama, el gremio de taxistas de la ciudad se encuentra preocupado, ya que estos consideran que esta es “una competencia desleal”, por la forma en la que opera este modelo de negocio.
Pero, ¿por qué los taxistas señalan que existe una competencia desleal? La respuesta principalmente es por los llamados “cupos”.
Estos son el derecho que tiene un vehículo de transporte público para trabajar en Villavicencio. Dicha restricción nació como una regulación del Ministerio de Transporte para mantener el equilibrio del mercado y controlar el ingreso de taxis en las ciudades colombianas.
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Este permiso (cupo) para que alguien pueda prestar el servicio de taxi en Colombia cuesta más de 70 millones de pesos. Incluso, si se suma el valor del carro nuevo, el Soat, la póliza y la matrícula podría resultar por un valor global de 117 millones de pesos.
Por esta razón, los conductores y sobre todo las empresas de taxis aseguran que hay una competencia desleal por parte de Uber, ya que quien tenga un carro de cerca de $60 millones de pesos y esté dispuesto a dar un servicio de lujo cumpliendo unas condiciones de la plataforma, puede ser parte de la red y cobrar mucho más por el servicio, sin necesidad de pagar el cupo y el pago de rodamiento, que deben pagar los taxis.
Además, un taxista debe hacer un pago mensual y tiene una tarifa controlada, un conductor de Uber no debe hacer ese pago y tiene una tarifa por demanda, en adición a que el taxista pagó un activo inexistente de $100 millones de pesos y el de Uber no.
Por esta Razón, Camilo Díaz, quien es conductor de taxi en Villavicencio afirmó que Uber no deja de ser ilegal pese al cambio en la forma de acceder al servicio. “Ellos han sido y siguen siendo ilegales”, afirmó el conductor.
Por su parte, algunos gerentes de empresas de taxis consultadas por este semanario indicaron que la llegada de este nuevo modelo de transporte a la capital del Meta impactará negativamente los ingresos de un centenar de familias que viven de esta actividad, ya que se prevé que en los próximos meses un 50 por ciento de los usuarios de taxi en Villavicencio dejarán de usar este servicio y pasarán a Uber.
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Así las cosas, los directivos consultados aseguraron que aunque hay muchas cosas por mejorar en el servicio de taxi en la ciudad, las empresas que hay en Villavicencio pagan todas las tarifas estipuladas por el Gobierno, lo que no hacen otras empresas.
Ante este panorama, este semanario consultó a la Secretaría de Movilidad de Villavicencio para saber si este nuevo modelo de transporte está autorizado para funcionar en la ciudad.
Sobre el tema Mauricio Frías, secretario de Movilidad de Villavicencio, indicó que este servicio es ilegal.
“La prestación del servicio de transporte de pasajeros que se realiza a través de las plataformas como Uber e Indriver, en vehículos particulares, no es legal, toda vez que no cuentan con las garantías que ofrece el transporte público legalmente constituido”, explicó el secretario de Movilidad.
En lo corrido del año se han inmovilizado 20 vehículos en la ciudad por transportar pasajeros sin la debida autorización tal y como lo establece el Código Nacional de Tránsito.
Y es que esta norma establece sanción a las personas que conduzcan un vehículo que se destine a un servicio diferente para el cual tiene licencia de tránsito.
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“Los conductores se exponen a que se les inmovilice el carro por primera vez, por un término de cinco días; por segunda vez, por veinte días, y por tercera vez, por cuarenta días, y deben pagar $936.900 cada vez se evidencie el cambio de servicio de particular a público”, indicó Mauricio Frías.g
Adicionalmente, si los conductores reinciden se les suspenderá la licencia de conducción por un término de seis meses y de hacerlo nuevamente se hará por un año.
Por esa razón “hacemos un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de inscribirse como conductores y a los usuarios les recomendamos que utilicen el transporte público individual tipo taxi”, puntualizó Frías.
Así las cosas, cabe recordar que la última vez que Uber operó en la ciudad fueron expulsados de las calles mediante ‘operativos de cacería’, adelantados por la Secretaría de Movilidad de Villavicencio.
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