No solo en Ibagué algunos estudiantes reciben clases en lugares inapropiados. En Casabianca, hace tres meses, a los docentes de primaria de la Institución Educativa Joaquín García, sede Rafael Pombo, les tocó ingeniárselas para que los niños no perdieran tiempo, teniendo en cuenta que venían de dos años de clases virtuales por la pandemia.

En diálogo con Q’HUBO, Gladys Hurtado, madre de familia, indicó que a finales de mayo anterior, un deslizamiento de tierra causó una emergencia en el plantel y afectó varios salones. 

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“Gracias a Dios no hubo una tragedia. El 27 de mayo, cerca del mediodía, una parte del barranco que colinda con la escuelita se desprendió. Ante la emergencia, profesionales de Cortolima efectuaron una visita y le entregaron a la Alcaldía un documento con siete ítems que se deben cumplir para que los niños puedan regresar a clases sin correr riesgo. No obstante, hasta el momento, la Administración municipal no ha dado inicio a las obras”, dijo la señora.

Señaló que entre las obras a realizarse, está la construcción de unas terrazas, de un muro de contención y canalización de aguas lluvias.

Para no interrumpir el proceso educativo de los niños, padres y docentes buscaron espacio dentro de la Institución.

“Los niños de Primero reciben clase en el aula múltiple; los de Tercero en la sala de sistemas, un salón pequeño y oscuro; los de Quinto en el aula máxima. Otros comparten espacio hasta en la Secretaría del plantel. Es triste porque ellos estudian con mucho entusiasmo”, puntualizó.

Más de 150 estudiantes de primaria reciben clase en espacios no adecuados. Fotos suministradas.

Q’HUBO intentó comunicarse con la alcaldesa de Casabianca, Yineth Cifuentes Giraldo, para conocer su versión sobre el caso de la sede Rafael Pombo, pero la llamada no fue respondida.