Carim Jamtin llevaba casi un año planeando su visita a Colombia. El último día de enero logró aterrizar en Bogotá, tras aplazar su misión por las elecciones que se cumplieron el año pasado. Durante una semana, la directora general de la Agencia de Cooperación Sueca a escala global se reunió con actores claves en Colombia: funcionarios del gobierno de Gustavo Petro, representantes de la sociedad civil y agencias de Naciones Unidas.

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Y fue al Chocó, para hablar con la Iglesia católica, visitar Bojayá y conversar con la Red Departamental de Mujeres Chocoanas, los consejos comunitarios, organizaciones indígenas y autoridades locales, fue a Belén de Bajirá y pasó por el Espacio Territorial de excombatientes de las Farc en Las Brisas.

Finalizó su recorrido en Necoclí para observar los problemas de los migrantes. En esta entrevista transmitió el apoyo de Suecia a la política de paz total del Gobierno y al liderazgo de Colombia en temas ambientales y de cambio climático. Anunció que están estudiando la posibilidad de crear un fondo con Alemania y Suiza, otros acompañantes de la mesa de diálogo con el Eln para apoyar esas negociaciones.

¿Cuál es la razón de su visita a Colombia?

Hacerle seguimiento a nuestra colaboración con el Gobierno, el sector público, la sociedad civil y otros actores. Suecia ha priorizado a Colombia desde 1988 para apoyar el proceso de paz y la defensa de los derechos humanos. A la estrategia le hemos agregado el tema de ambiente y el clima. Vamos a encontrarnos con diferentes grupos en regiones afectadas por el conflicto y luego voy a Bolivia.

Estuve en el lanzamiento del Fondo SVEOS, de apoyo de organizaciones de la sociedad civil sueca a organizaciones de sociedad civil de Colombia. También estuve en el lanzamiento de un informe del instituto de paz y seguridad de Estocolmo que analiza y muestra el vínculo entre la paz, la seguridad y el medio ambiente.

¿Qué temas se discutieron con la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC)?

Somos miembros de la OCDE, al igual que Colombia. Colombia es un país que recibe y dona ayuda en cooperación sur-sur. He tenido conversaciones con mis colegas noruegos y hay interés en un proceso que se llama “Repensar el Desarrollo”. Vivimos en un nuevo mundo donde se necesita la cooperación para el desarrollo, pero hay necesidad de que otros fondos lleguen a los países en desarrollo, como inversiones del sector privado y remesas, pero tienen que estar en línea con la agenda 2030. Nos hemos acercado a cuatro países: Colombia Corea, Sudáfrica y México, que podrían unirse a este programa para tener una discusión abierta sobre cuál es el rol de la cooperación y los hemos invitado a Oslo, al final de marzo, para empezar esta conversación.

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¿Por qué invitar a Colombia?

Nos interesa Colombia por el liderazgo que tiene en la región. Es un socio fuerte que quiere impulsar la agenda ambiental en el Amazonas y hay retos comunes en la región que necesitan soluciones transfronterizas, sobre todo en el tema de migración.

El tema fuerte de Suecia es la paz…

Suecia ha sido socio de la paz en Colombia desde Ralito hasta el Caguán; en La Habana, en Quito, en la desmovilización de los paramilitares y de la guerrilla de las Farc. Y ahora estamos dando apoyo a la paz total del Gobierno, acompañando la mesa del Eln. Muchas de nuestras actividades en cooperación bilateral están enfocadas en apoyar construcción de paz duradera. En el Acuerdo de Paz de 2016, Suecia ha sido acompañante en tres ámbitos: víctimas, personas dadas por desaparecidas y género. La participación de la sociedad civil es fundamental en esas negociaciones de Caracas y México.

¿Cómo ven la implementación del Acuerdo Final?

Hemos visto que algunas partes han sido más implementadas que otras. La idea fue y sigue siendo implementarlo de manera integral. A la Unidad de Búsqueda la apoyamos a través de Naciones Unidas, le prestamos asistencia técnica y damos apoyo a organizaciones de la sociedad civil que buscan a sus familiares. Hemos apoyado al sistema de justicia transicional y a las iniciativas que siguen las recomendaciones del informe final de la Comisión de la Verdad.

¿Cuáles son los aspectos de la paz total que quieren apoyar?

El compromiso de acompañar la mesa del Eln es un compromiso político. Tenemos muchas solicitudes desde al año pasado, no es fácil responder al mismo ritmo. Estamos en diálogo para fortalecer la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. También con Gloria Cuartas y con el Fondo de Naciones Unidas para apoyar los acuerdos tempranos de alivios humanitarios en los territorios. Estamos en diálogo con Alemania y Suiza con el fin de conformar un fondo que sirva para apoyar el funcionamiento de las negociaciones. Vamos a estar también disponibles para este Gobierno y ver cómo podemos apoyarlos en los otros procesos de negociación con otros grupos armados, todo dentro del marco legal.

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¿Ustedes apoyaron el tema de género en la negociación con las Farc y presionaron para integrar a las mujeres en esa mesa, harán lo mismo en la del Eln?

Es uno de los temas que estamos discutiendo. Estamos dispuestos, tenemos esta experiencia, tenemos el conocimiento. Serán las partes en la mesa las que definan lo que necesitan, pero el tema de género y de mujer para nosotros será una prioridad en cualquier intervención, bien sea de clima, ambiente o paz total. Es requisito para la utilización de nuestros fondos tener por lo menos un mínimo de participación y consideración en temas de género.

Algunos opinan que la implementación del Acuerdo de Paz se puede diluir en las prioridades de la Paz Total, ¿qué opina?

Según entendemos, la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 es fundamental para la Paz Total. Entendemos que la implementación es prerrequisito fundamental para el éxito de los otros procesos de negociación. Hay que cumplir lo ya pactado para entrar a nuevos pactos. Son retos muy grandes y hay que llamar la atención para que no se descuide el tema de la protección de defensores y líderes sociales que siguen sufriendo niveles muy alarmantes de amenazas. Hay que felicitar al nuevo Gobierno, lo que han logrado hasta ahora no es poco. La voluntad política es algo que necesitamos aplaudir: han logrado abrir una mesa de negociaciones con el Eln. Han logrado un cese bilateral con cuatro otros grupos. Esto debe ser destacado.

¿Cuáles son las prioridades en el tema ambiental?

En la estrategia regional tenemos otros temas. Queremos incentivar la búsqueda de soluciones regionales comunes a retos transfronterizos. Colombia tiene liderazgo en temas de cambio climático y medio ambiente y es ejemplo en migración; hay lecciones aprendidas que puede compartir con otros países.

¿El cambio de gobierno en Suecia no implica un cambio en la cooperación con Colombia?

No. Colombia es tan importante para el nuevo gobierno, como para el anterior. La guerra en Ucrania obliga a tomar decisiones difíciles en recorte de presupuesto y reorganización, pero en Colombia no hay ningún cambio.

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