De acuerdo con la información entregada, las labores tendrán una duración estimada de entre 48 y 72 horas y será necesario aplicar un cierre total en este sector para adelantar las actividades programadas con las condiciones técnicas y de seguridad requeridas.
Por medidas de seguridad y de acuerdo con las condiciones del terreno, se ha decidido suspender los trabajos de remoción que se llevaban a cabo para despejar la vía. El motivo principal es que la parte alta de la montaña sigue presentando movimientos, lo que supone un riesgo para quienes hacen las labores y para la comunidad aledaña.
El ingeniero Fernando Carrillo, representante de la concesión, explicó en una interlocución con los medios que “la remoción de escombros en la parte inferior del derrumbe activa un flujo de lodo desde la parte superior, generando un movimiento acelerado que desestabiliza aún más la montaña”. Esta opinión fue apoyada por el Cuerpo de Bomberos, que confirmó en vivo desde el lugar del suceso que los trabajos debían cesar.
Según lo establecido en el cronograma de obra, los trabajos incluyen varias fases. En primer lugar, se realizará una inspección detallada del terreno y un levantamiento topográfico que permita identificar las condiciones actuales del corredor.




Posteriormente, se intervendrá la subrasante con el propósito de fortalecer la base estructural de la vía. También se aplicará carpeta asfáltica en puntos específicos que requieren refuerzo y se llevará a cabo la demarcación horizontal para mejorar la señalización y la seguridad de los usuarios.
Adicionalmente, está previsto el mantenimiento de las obras de drenaje superficial y de las alcantarillas, con el fin de optimizar la evacuación de aguas lluvias y evitar afectaciones futuras. Una vez finalizadas estas intervenciones, Coviandina informó que el paso quedará habilitado de manera permanente para todo tipo de vehículos mediante pasos alternos disponibles las 24 horas del día. Estas medidas se mantendrán hasta que se logre restablecer de forma definitiva el tránsito por el corredor principal.
Las acciones anunciadas hacen parte del Plan de Manejo de Tráfico (PMT), enmarcado dentro del Plan de Contingencia Operativa (PCO) que la concesionaria presentó al Puesto de Mando Unificado (PMU) nacional.
Esta instancia, encargada de coordinar la atención de la emergencia vial, reúne a representantes del Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Infraestructura, las gobernaciones de Cundinamarca y Meta, así como a las alcaldías de Chipaque, Cáqueza, Une, Ubaque y Choachí.
También participan delegados de las secretarías de Movilidad de Bogotá, Cundinamarca y Meta, junto con la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional.
En las reuniones más recientes de este comité se determinó que el tránsito por el sector estará restringido únicamente a los vehículos de la región. Para garantizar el cumplimiento de esta disposición, se establecerán controles en diferentes puntos del corredor, ubicados en los kilómetros K00+000, K25+600, K29+000, K35+000, K72+100, K82+650 y K85+600.
La verificación se hará con base en listados oficiales que cada alcaldía entregará a la Secretaría de Movilidad de Cundinamarca, entidad que se encargará de coordinar con las autoridades de tránsito las medidas de control a lo largo de la vía.Mientras se adelantan estas labores y se espera la recuperación del corredor principal, las únicas rutas habilitadas para la conexión entre Bogotá y Villavicencio son la Transversal del Sisga y la vía Cusiana, que conecta con Sogamoso.
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