En la audiencia, llevada a cabo en el Juzgado 65 de Control de Garantías, se tomó la decisión de enviar a la cárcel a Carolina Galván, madre de Sara Sofía Galván y a Nixon Díaz, padrastro de la menor.

Allí, se dio el crudo relato de la fiscal, quien “en medio del llanto” narró las versiones de los testigos (algunos dicen que la niña murió y otros que sigue viva), indicó El Tiempo.

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El primer testimonio lo aportó una vendedora de dulces que se había ganado la confianza de Carolina. Ella dio una versión según la cual la niña murió y fue arrojada al rio Tunjuelito.

“Cuando [la] fueron a despertar, la niña estaba fría, tiesa. A ellos les había dado mucho miedo y buscaron una bolsa negra; la lanzaron al caño, entre los dos”, indicó la vendedora informal, en el testimonio dado por la fiscal y recopilado por Noticias RCN.

El testimonio continuó señalando las agresiones físicas a las que era presuntamente sometida la menor. “La niña tenía la frente, el ojo y la pierna morada. [Carolina] me dijo que la niña se había golpeado”, añadió.

La versión de una trabajadora sexual es similar a la de la vendedora informal. Sin embargo, esta incluyó pormenores de cómo Carolina habría arrojado a la niña y luego cambió su versión de los hechos para evitar ir a prisión.

“A ella le había dado miedo porque la podían poner presa por la irresponsabilidad con la niña. Decidió envolverla y la fuimos a tirar al caño. Después se retractó”, agregó.

El último testimonio fue el de un comerciante que habló con Carolina después de la desaparición de la niña.

“Me dijo que regaló la niña en Patio Bonito, por detrás de la Biblioteca El Tintal. Se la entregó a una de las personas en un carro rojo”, reza el testimonio que da esperanzas de hallar con vida a la pequeña.