Rodolfo Hernández pasó la página de aspirar a la Presidencia y, ahora, desde el Senado busca seguir adelante con los ideales de su partido, la Liga Anticorrupción de Gobernantes.

A sus 77 años, el ingeniero es un personaje particular, pues la manera en la que dice lo que piensa es única, así como su forma de hacer política. Las pasadas elecciones presidenciales son una muestra.

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Rodolfo Hernández recordó su infancia marcada por la pobreza

En diálogo con Noticias RCN, el exalcalde de Bucaramanga reveló detalles inéditos de su infancia, la cual estuvo marcada por la pobreza, pues contó todo lo que lucharon sus padres para sacarlo adelante a él y sus hermanos.

“La infancia es lo más bello que yo he tenido en mi vida. Me acuerdo desde que tenía tres o cuatro años. Mi mamá nos acompañaba al colegio caminando. Ahí me crié e hice mi primaria [Piedecuesta]. Para el bachillerato me fui a Bucaramanga“, dijo.

El ingeniero confesó que en casa nunca faltó un plato de comida, pero tampoco sobraba dinero. Sin embargo, con trabajo y honradez, sus padres superaron las adversidades.

“Comercializaban tabacos. Mi mamá hacía eso. Mi papá echando mocho en el campo de peón. No ganaba nada. Yo no sé cuánto ganaba. Después él aprendió sastrería y ahí le fue mejor y con eso mejoramos nosotros. Nunca faltaba comida, pero tampoco sobraba nada. Me puse calzoncillos como a los 15 años, no había para los calzoncillos. Los zapatos eran con carramplones y un solo par. No había para más”, precisó.

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Sobre su inicios en la política, Hernández, egresado de la Universidad Nacional de ingeniería civil, señaló que comenzó su carrera política en el Concejo de Piedecuesta, gracias a unos “viejos” que le dijeron que se metiera.

“Yo me hacía con todos los viejos en el parque por la noche en un sitio que se llamaba Santa Clara. Había tres o cuatro concejales. Un día Alfonso Lozano, Luis Navarro Patiño, me dijeron: ‘Métase chino al Concejo’. Yo me metí y quedé. Cuando eso no pagaban, nada”, puntualizó.

Por último el ingeniero confesó que la ´ultima vez que lloró fue en campaña electoral, cuando seguidores de la oposición se metieron con su hijo, desaparecida por el Eln.

“Lloré cuando los de Petro dijeron que tenía a mi hija prisionera en un hospital psiquiátrico, me parecieron muy malos inventar eso”, concluyó.