Según el reporte forense, que dio a conocer El Tiempo, la joven barranquillera presentaba cuatro heridas profundas en su cuerpo, dos de las cuales se ubican en su cabeza.

El medio detalla que una de esas heridas fue en el cuero cabelludo con una medida de aproximados 10 centímetros, en la región occipital del costado izquierdo, y que hubo exposición de “gálea y cráneo”.

La otra lesión, explica, mide unos 12 centímetros y se ubica en la parte parietal- occipital del mismo costado, y también “expone la gálea, el cuero cabelludo y huesos del cráneo”.

Las otras dos heridas abiertas las sufrió la joven en la parte alta de su espalda y en la región cervical, y según cita ese medio cada una tiene dimensiones de entre 20 y 30 centímetros, y también dejan a la vista “tejido celular subcutáneo y muscular”.

El diario capitalino recogió las declaraciones que, al respecto, entregó el abogado Rafael Pacheco; apoderado del joven que acompañaba a la víctima el día del accidente en Cholón (Cartagena), y su conclusión fue que la hélice del yate le destrozó la cabeza a la joven estudiante.

“Las heridas de mayor repercusión, y que causaron la muerte instantánea, son las del cuero cabelludo. Las del tronco probablemente generaron lesiones en pulmones y médula espinal, pero las de la cabeza fueron mortales”, dijo Pacheco.

La hipótesis que manejan el abogado y la familia de González es que, a partir de esas heridas, se podría afirmar que la embarcación arrolló a la mujer cuando ella se encontraba flotando, y no cuando estaba practicando careteo, como aseguró en un principio capitán de navío y comandante de guardacostas del Caribe, Jorge Herrera.

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Por eso, agrega El Universal, la familia se centrará en demostrar que en el momento del accidente Sánchez estaba sobre un flotador, y desvirtuar así la afirmación de que el piloto del yate no vio a la mujer en el momento de cruzar por ese sitio.

Para reforzar esta versión, el abogado tiene en su poder fotografías que evidencian que la víctima flotaba sobre el agua en un salvavidas de color salmón, y que estaba rodeada de varias embarcaciones.

“En las pruebas que tenemos también se evidencia cómo la bahía de Cholón ese día estaba a reventar de yates y lanchas y cómo, sin señalización, los bañistas nadan al lado de las embarcaciones. Vamos a demandar al Estado, porque esta muerte por negligencia, inoperancia y falta de autoridad no puede quedar impune”, puntualizó Pacheco en El Tiempo.