A las 3:47 de la mañana, un agente contactó a Montoya para decirle que su hija estaba en el Hospital San Ignacio, al que ella se dirigió, según le contó a Semana.
Allá, la señora se encontró con su hija, con la menor de 17 años, jovencita con la que la mujer de 18 años estudió en Caquetá, y con su yerno, al que los delincuentes obligaron a presenciar las violaciones de las jóvenes.
La mamá le contó a la revista que la menor de edad llegó hasta Bogotá para visitar a su hija, por lo que el novio de su hija, que también acababa de llegar de viaje, las convenció para ir a darse una vuelta por el Parque Nacional, a las 8:00 de la noche de este lunes.
Entonces sucedió la tragedia. La víctima de 18 años le contó a su mamá que en el lugar aparecieron cuatro hombres armados que le quitaron “el bolso y los papeles al muchacho”, mientras que a ella le robaron el celular y una chaqueta que le había prestado la menor. Posteriormente, abusaron sexualmente de las dos mujeres, delante del novio. “Le decían a él que se quedará quieto o de lo contrario lo mataban”, contó.
Montoya le dijo a Semana que después del crimen, los abusadores “les tiraron los zapatos y salieron corriendo”, y se llevaron varias prendas para no dejar rastros de ADN.
Ahora, esta madre reclama que se haga justicia y que las autoridades den con los responsables. No obstante, agradece a Dios que ella esté viva.
Entretanto, las autoridades siguen recaudando material, como videos de cámaras de seguridad del sector, para dar con los criminales.
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