Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 20, 2025 - 1:54 pm
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En el municipio de Soacha, Cundinamarca, la Corporación Autónoma Regional (CAR) avanza con un ambicioso proyecto dirigido a la recuperación ecológica de tres humedales estratégicos: Neuta, Tierra Blanca y Santa Ana. Estos espacios naturales, que han sido severamente impactados por el acelerado crecimiento urbano, la contaminación y la ocupación irregular, han visto comprometida su biodiversidad y funcionalidad ambiental, factores fundamentales para el equilibrio del entorno (CAR).

La intervención de la CAR combina acciones directas de restauración ecológica, entre las que se encuentra la reforestación con especies nativas y el control de especies invasoras identificadas, como el buchón en algunos de los humedales menos visibles. De acuerdo con los datos oficiales, las intervenciones avanzan en un 38% en Neuta y un 49% en Tierra Blanca y Santa Ana. Paralelamente, se desarrolla un trabajo social con las comunidades locales, mediante talleres y recorridos educativos que buscan fortalecer la relación de los habitantes con sus espacios naturales (CAR, Twitter). La importancia de la integración comunitaria responde a hallazgos recientes del Instituto Alexander von Humboldt, que señala la relevancia de incorporar los saberes locales y la participación activa para garantizar la sostenibilidad de las iniciativas ambientales urbanas.

Estos humedales cumplen un rol crucial como reguladores hídricos, ya que capturan y almacenan aguas lluvias, previenen inundaciones y ayudan a filtrar contaminantes. Son el hábitat de numerosas especies de aves acuáticas, anfibios y plantas acuáticas (macrófitas), elementos vitales para el equilibrio ecológico. Sin embargo, el avance descontrolado de la urbanización y la proliferación de especies invasoras han afectado su capacidad de prestar estos servicios ecosistémicos, lo que aumenta la vulnerabilidad de municipios como Soacha ante el cambio climático, una problemática común en áreas metropolitanas en expansión (La Nación Ambiental, 2024).

El proyecto, que tiene una inversión superior a los 6.400 millones de pesos, se caracteriza por su enfoque integral de gestión conjunta y participativa. Además de la restauración física, la CAR prioriza la cohesión social como condición clave para el éxito de estas acciones, lo que se alinea con los lineamientos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, 2023) y encuentra respaldo en declaraciones recientemente divulgadas por su director, Alfred Ballesteros. La coordinación entre ciencia, política pública y comunidad emerge así como aspecto central para una recuperación ecológica duradera y con impacto social positivo en el territorio.

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El contexto histórico revela que los humedales colombianos han sido especialmente vulnerables y poco valorados frente a la presión urbanística, lo que ha resultado en su drástica reducción, sobre todo en la sabana de Bogotá. Los más recientes estudios del Instituto de Investigación Ambiental del Pacífico, citados por la Revista Ambiente y Sociedad, resaltan la importancia de la participación comunitaria para el éxito de estos procesos de restauración: involucrar a los vecinos favorece no solo el retorno de la biodiversidad, sino una mejor apropiación y cuidado de los ecosistemas a futuro.

Asimismo, la restauración de humedales urbanos en Soacha ofrece la posibilidad de integrar corredores ecológicos dentro del tejido urbano, aportando tanto beneficios ambientales como sociales y mejorando las condiciones de vida local. Así, la iniciativa representa un caso emblemático de la gestión ambiental integral y colaborativa, capaz de convertir desafíos en oportunidades para la sostenibilidad y el bienestar.

Frente a los riesgos presentes y futuros asociados con eventos climáticos extremos, como inundaciones y olas de calor, la recuperación y protección de los humedales de Soacha refuerza la resiliencia urbana ante un contexto de cambio climático creciente (IDEAM, 2024). La apuesta por la restauración de estos ecosistemas refuerza el compromiso institucional de la CAR y la comunidad hacia ciudades más sostenibles y adaptadas a los retos ambientales del siglo XXI.

¿Qué significa “especies invasoras” en el contexto de los humedales urbanos? Las especies invasoras son aquellas que, al establecerse en un ecosistema fuera de su área natural de distribución, alteran el equilibrio del mismo y desplazan a las especies nativas. En los humedales urbanos de Soacha, como lo señala la CAR, la presencia de especies foráneas como el buchón representa uno de los mayores riesgos para la restauración ecológica, pues impide el desarrollo de plantas y animales propios de la zona y afecta negativamente los servicios ambientales que proporciona el humedal. Entender este concepto es esencial para valorar la complejidad y los retos que enfrenta la recuperación de estos ecosistemas.

¿Por qué es importante la participación comunitaria en la restauración ambiental de humedales? La participación de las comunidades locales en la restauración ambiental tiene efectos directos en la sostenibilidad de los proyectos, de acuerdo con el Instituto Alexander von Humboldt y la Revista Ambiente y Sociedad. Al involucrar a los habitantes en talleres, recorridos y procesos educativos, se fomenta la apropiación del territorio, el cuidado y el respeto por los humedales, aumentando el éxito de las intervenciones y su mantenimiento a largo plazo. Este enfoque fortalece la cohesión social y permite que la gestión ambiental sea una tarea compartida, con beneficios para el ecosistema y para quienes viven en su entorno inmediato.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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