El domingo 20 de agosto El Espectador publicó, tanto en su versión impresa como digital, un artículo titulado Alta funcionaria de ONU dice que su hija también fue acosada en colegio Helvetia. En él relataba cómo Juliette de Rivero, representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, tuvo que retirar a su hija de esa institución luego de que fuera víctima de acoso escolar y racismo.

De Rivero, contaba, había tenido que enviar a la menor de vuelta a Suiza, ante la imposibilidad de que continuara en el Helvetia. A sus ojos, el colegio no dimensionó “el impacto de lo que su hija vivió y la dimensión racista de lo que experimentó. Los niños, por ejemplo, dijeron que las expresiones racistas sí fueron dichas, pero no eran dirigidas a ella. Fue repudiable esa actitud”.

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Como lo explicamos en el artículo, no es el único caso que se había presentado al interior del colegio. El pasado 10 de julio, una sentencia de la Corte Constitucional reconoció que hubo un caso de acoso escolar contra otro niño, quien, tras el matoneo recibido por parte de varios compañeros, fue diagnosticado y medicado por ansiedad. Se deprimió, se aisló de la vida social y le dio anorexia.

En ese fallo, el alto tribunal le ordenó al colegio, entre otras cosas, fortalecer la respuesta ante sospechas de acoso escolar, establecer medidas de reparación y no repetición para las víctimas, pedirle disculpas al estudiante acosado por no haber activado las rutas oportunamente y que los niños que lo agredieron le pidieran perdón.

Ante esta publicación, el Helvetia publicó un video de un poco más de 13 minutos en el que diversos miembros de su comunidad se pronuncian sobre lo sucedido.

El rector, Martin Kobel, es uno de ellos. “El Colegio Helvetia tiene una larga tradición en formar jóvenes felices con valores éticos”, empieza diciendo. “Nosotros resumimos esto en valores de respeto, responsabilidad y autonomía. En ese contexto no hay espacio ni para el bullying ni para la discriminación”.

De acuerdo con el rector, antes de la sentencia de la Corte Constitucional, el colegio inició un plan de prevención y manejo del bullying con siete acciones puntuales. Entre ellas se encuentra la creación de la dirección de convivencia, el fortalecimiento de protocolos de atención ante cualquier alteración de convivencia, la constante conversación con la Secretaría de Educación del Distrito y la realización de comités de convivencia de forma periódica.

También, añade Kobel, ya planearon varias acciones para profundizar en la sentencia de la Corte, entre las que se están la realización de la semana de convivencia y actividades orientadas por expertos y dirigidas a estudiantes y familias.

“Como rector lamento enormemente esta situación y reitero mi compromiso y empeño para construir un ambiente cada vez más seguro y adecuado para la formación de nuestros estudiantes”, dijo el rector.

Sobre la situación vivida por la hija de Juliette de Rivero, Martin Kleiner, presidente de la Junta directiva escolar, aseguró que, “dese el primero momento, han acompañado y expresado solidaridad con la familia. El Colegio Helvetia tiene cero tolerancia frente a cualquier tipo de discriminación y no hemos escatimado esfuerzos para encontrar mecanismos de la promoción de la convivencia”.

Sin embargo, como le relataba De Rivero a El Espectador, tuvo que enviar un derecho de petición al Colegio Helvetia el 24 de noviembre en el que manifestaba la falta de información y de respuesta oportuna. “No he recibido ninguna novedad sobre las medidas adoptadas por el colegio, ni posibles soluciones de apoyo escolar frente a la desescolarización de mi hija”, concluyó la mamá.

En el video publicado por el Colegio Helvetia este martes 22 de agosto también recogen la posición de la Asociación de Padres y Madres. “Presentamos un mensaje inequívoco de empatía y solidaridad con la familia afectada. Sabemos que lo que vivieron estos niños es algo que ninguno de nosotros quisiera atravesar. Entendemos a las mamás que están defendiendo a sus hijos”, señala Sergio Echeverry, presidente de la Asociación.

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Para él, la publicación de El Espectador es un llamado a seguir fortaleciendo la creación de ambientes cuidadores que eviten el acoso escolar. Además, añade, respaldan al colegio en la decisión de acatar la sentencia de la Corte Constitucional y reitera que acompaña a la institución para pedir perdón y “reparar en conjunto por lo que como gremios hayamos dejado de hacer”.

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