Los muchachos, que apenas tenían entre 14 y 18 años, fueron asesinados en un lote baldío del barrio Llano Verde en el oriente de la capital del Valle.

En la mañana del miércoles, la gobernadora del departamento, Clara Luz Roldán, expresó “un inmenso dolor tras la crueldad de la que fueron víctimas cinco niños la noche de ayer en el oriente de Cali” y ofreció, inicialmente, 100 millones de pesos de recompensa para hallar a los autores del crimen.

Sin embargo, en el transcurso del día Roldán participó en una reunión junto con el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, y el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, doblaron el monto para hallar más rápido a los asesinos.

Imagen de referencia de una escena del crimen

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Ospina agregó que se creó un grupo especial con tres fiscales, agentes de la Policía Nacional y el CTI que estarán exclusivamente dedicados al caso, y que la ciudad entrará en “consejo de seguridad permanente” hasta conocer la verdad detrás de esta masacre; el equipo estará liderado por el general Jorge Luis Vargas, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, puntualizó Trujillo.

El caso enluta a la ciudad porque los jóvenes fueron hallados con signos de tortura y heridas de armas cortopunzantes y de fuego. Además, según las autoridades, solo habían salido a elevar cometa en ese lote, que era cercano a donde vivían.

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El secretario de Seguridad de Cali, Carlos Rojas, le dijo a Noticias RCN que “estos jóvenes eran estudiantes, no tenían una actividad diferente que la de estar con sus familias ahí en el barrio Llano Verde”.

Las víctimas fueron identificadas como Léyder Cárdenas, Jair Andrés Cortés, Luis Fernando, Álvaro y Jean Paul, y sus cuerpos fueron hallados la noche del 11 de agosto, horas después de desaparecer.