En primer lugar, la FLIP informó que el pronunciamiento de la revista ante estos hechos se dará en la próxima edición, que saldrá este fin de semana, pues hasta ahora no se han referido a la salida del reconocido columnista.
Más adelante, la fundación resalta que efectivamente cada medio tiene su autonomía de contratar o despedir a sus periodistas y colaboradores, pero que en este caso parece tener el propósito de “silenciar voces críticas” y de ser “una retaliación” contra Coronell por sus opiniones.
Sin embargo, dice la FLIP, uno de los aspectos que más le preocupan “es el efecto de autocensura que esta decisión pueda generar en la sala de redacción, columnistas y colaboradores” de la revista.
“Estas personas pueden leer lo sucedido como un acto aleccionador suficientemente claro como para inhibir el cubrimiento sobre los temas del sector defensa o la manifestación de críticas sobre el medio de comunicación”, puntualiza.
En ese sentido, los defensores de la libertad de prensa en el país también señalan que puede presentase una censura indirecta, es decir que se usen “vías o medios indirectos por parte de gobiernos o particulares para restringir la comunicación, difusión y circulación de ideas y opiniones”.
Por eso consideran que estos hechos le restan “credenciales de pluralismo a revista Semana” y que ese medio “envía un mensaje desalentador sobre la autorregulación del sector y sobre la tolerancia a la crítica de este medio”.
“Revista Semana tiene plena libertad editorial para no explicar lo sucedido, pero hacerlo fortalecería el debate público sobre el asunto”, agregan.
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