“Salía del centro de la ciudad, puso el Waze en su teléfono celular. El Waze le indicó que se metiera por el barrio La Paz, cerca del barrio Pardo Rubio, que quedan en los cerros orientales, en la parte alta de la avenida Circunvalar”, informó Caracol Radio.

“El Waze lo metió por ahí, y fue cuando, según cuentan las autoridades, fue interceptado por al menos 10 hombres, que, por robarle el vehículo, le dispararon”, agregó esa emisora, y precisó que Torres fue trasladado a un centro asistencial, pero llegó sin signos vitales.

Por su parte, Noticias Caracol, citando la investigación del caso, sostiene: “El funcionario se encuentra con el taco por la ciclovía nocturna, se encuentra con el taco por disturbios en la Universidad Distrital, decide prender el Waze, el Waze lo lleva por ese punto, y allí infortunadamente encontró la muerte”.

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Agrega este informativo, después de dibujar a La Paz como un barrio de calles estrechas enclavado en la falda del cerro de Monserrate, que en medio del pánico, Torres se rehusó al robo. “Se dice que posiblemente esos ladrones lograron ingresar a su vehículo, lo agredieron y lo hirieron”.

El coronel Javier Martín, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, también dijo que Torres toma esta ruta: la Circunvalar hacia el norte. “En ese momento se estaba realizando un taponamiento de la vía por parte de los estudiantes de la Universidad Distrital sede Macarena, con hechos de vandalismo y desmanes, los cuales impedían que pasaran los vehículos”.

“Parece ser que esta persona intenta tomar un desvío a la altura de la calle 23, hacia la segunda Este. Al llegar allí es abordado por unos delincuentes, que desafortunadamente lo lesionan”, dice el oficial, sin mencionar a Waze.

El caso de Torres recuerda el de Regina Murmura, de 70 años, y su marido, Francisco, de 69 años, una pareja de turistas en Río de Janeiro que, hace tres años, estuvo usando Waze mientras viajaban por el sector de Niteroi. “Pero Waze los llevó a una pequeña carretera en una de las favelas con peor fama de la ciudad”, reportó entonces CNN. En un ataque a bala, la mujer murió.

El mismo medio reportó que dos meses antes, en el caso de Niteroi, “una actriz brasileña cometió el mismo error, después de que su GPS la llevó a la favela Caramujo. Ella recibió un disparo, pero sobrevivió”.

Al año siguiente, Roberto Bardella, otro turista italiano, de 52 años, murió baleado al entrar por equivocación en el Morro dos Prazeres, una favela del turístico barrio de Santa Teresa, en el centro de Río de Janeiro, informó El País, de España. Bardella y Rino Polato, de 59 años, conducían dos motocicletas y se dirigían a la playa siguiendo las indicaciones de una aplicación de navegación con GPS.

“Sin darse cuenta, llegaron a la favela y, después de 300 metros, un grupo de unos diez traficantes armados con fusiles les bloqueó el paso”, reportó entonces el diario español. “Los bandidos preguntaron sobre la cámara tipo Go-pro que Bardella llevaba en el casco e, inmediatamente después, dispararon. Pensaron que eran policías, ha apuntado la investigación. Bardella murió con un tiro en la cabeza y otro en el brazo. Polato salió ileso”.

Es preciso aclarar que ni Waze ni cualquier otra aplicación de ubicación con GPS son responsables en estos casos. Su servicio, útil, se limita a indicar caminos expeditos, pero no pueden dar cuenta de los grados de seguridad de los sectores por los que pasan las rutas que sugieren. En todo caso, estas plataformas sí deben innovar permanentemente para ofrecer más y mejor información a sus usuarios.