La Procuraduría General de la Nación requirió a las autoridades departamentales poner especial atención a los casos de extinción de colmenas, ante la muerte masiva por envenenamiento de millones de abejas en el Quindío, por el uso indiscriminado de agroquímicos en cultivos de la región.

Además, pidió a la autoridad ambiental del departamento aplicar los procedimientos establecidos para las infracciones y posibles afectaciones de otros polinizadores de la fauna silvestre colombiana.

El Ministerio Público advirtió que el departamento más afectado por este fenómeno es el Quindío con el 21 % de las muertes; seguido de Huila, 17 %; Cundinamarca, 15 %; Meta, 14 %, y en porcentajes menores Cesar, Antioquia, Tolima, Risaralda, entre otros.

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Por otra parte, se conoció una carta que se envió al director de la Corporación Autónoma Regional de Quindío, CRQ, José Manuel Cortés Orozco, quien respondió, a través de la delegada para Asuntos ambientales y agrarios, donde señaló que “no se puede perder de vista que las afectaciones que se causen a las poblaciones de los polinizadores en los ecosistemas son nefastas para el equilibrio y conservación de los mismos”.

La Procuraduría en este sentido, y debido a los casos reportados de presunto envenenamiento ocurridos en la finca Villa Natalia, en el corregimiento El Caimo de Armenia, el 19 de mayo y 16 de junio, pidió a la autoridad ambiental aplicar los procedimientos establecidos con respecto a las presuntas infracciones ambientales y posible afectación de otros polinizadores de la fauna silvestre (murciélagos, polillas escarabajos, mariposas) y su flora, asociada al uso indiscriminado de agroquímicos.

En días pasados, el órgano de control informó que participó en la mesa técnica sobre el uso de insecticidas y sus efectos sobre las abejas en el Quindío, que tuvo una sesión descentralizada por solicitud del Ministerio Público, espacio donde el delegado para asuntos ambientales, Gustavo Guerrero, y Mónica Gómez Vallejo, encargada de lo judicial y ambiental, recibieron información por parte de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, sobre la relación directa que tiene la utilización insecticidas como el Neocotinoides y Fipronil, en cultivos que finalmente ocasionan la muerte de las abejas.

¿Qué dice la CRQ?

Sobre el pronunciamiento de la Procuraduría General de la Nación, el director de la CRQ, José Manuel Cortés Orozco, dijo:

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“Siendo el propósito salvaguardar el patrimonio ambiental de los quindianos y administrar los recursos naturales de la región, como debe ser nuestro deber constitucional y legal, la CRQ viene realizando trabajos con el propósito de identificar y evitar la afectación de los polinizadores naturales a causa de fumigaciones agropecuarias en nuestra jurisdicción”.

Según el director, la abeja Apis Melífera se sale de las competencias institucionales de la entidad, al ser una especie genéticamente modificada y que es comúnmente utilizada para la extracción de miel y polen en actividades definidas como agropecuarias.

¿Qué dicen los apicultores?

El líder apicultor del departamento y gerente de la empresa Apícola Oro, Abdón Salazar Méndez, manifestó: “Las entidades en el departamento que les corresponde de una u otra forma la protección de las abejas como polinizadores en el medio ambiente no han realizado ninguna acción que realmente llegue a mitigar o a solucionar el problema de muerte masiva de abejas y polinizadores. Lo único que hubo son reuniones muy amables, pero acciones como tal no se ha hecho ninguna”.

Agregó que desde la prohibición temporal y parcial que se realizó del Fipronil, que es la molécula que más ha afectado a las abejas no se ha hecho nada más. La otra sustancia que también tiene un daño directo es la Clorpirifos.

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Según el líder apicultor, lo único que se hizo fue quitar los nombres comerciales y cambiar las etiquetas. Por esa razón, celebró el pronunciamiento de la Procuraduría, pues con ello se hará una exigencia más estricta a las autoridades.

Sobre el pronunciamiento del director de la CRQ, añadió: “Esa información es falsa, la Apis Melífera no es una especie genéticamente modificada, hace parte de nuestro ecosistema hace muchos años. Y es de competencia de las autoridades ambientales porque son un indicador, si estas abejas se están muriendo entonces las nativas de la región también lo están. Y esto tiene repercusiones muy graves en los ecosistemas y el medio ambiente en el departamento”.